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El licenciado Rafael Florentín, de Energía Alternativa, refiere que las vallas de seguridad brindan protección, son fácilmente removibles y no requieren mantenimiento.
“A diferencia de los modernos cercos removibles, los tradicionales cuentan con características (pasamanos rígidos y puertas de tipo vaivén) que permiten a los niños treparlos fácilmente y abrir los pasadores de las puertas. Además, resultan peligrosos en caso de golpes o caídas”, agrega.
El licenciado apunta que la principal característica de los cercos removibles actuales es que están diseñados para conformar una herramienta adicional de protección a la supervisión de los padres, destinada a reducir los riesgos de accidentes en niños y también en animales.
Por su parte, Tiara Gómez, de Redpro, sostiene que los cercos se pueden instalar sobre césped o piso, aunque es más aconsejable una superficie rígida por la solidez en la colocación y seguridad. Se indica además colocarlo a 10 cm del borde de la pileta.
“Los cercos están fabricados de tela de poliéster revestida de PVC y tratada contra los rayos ultravioletas. Poseen una altura de un metro en colores como el negro y el gris. Los postes son de aluminio y tienen una pulgada de diámetro”, acota.
Gómez apunta que los tramos de los cercos son de un metro y la ventaja es que son desmontables.
El proyecto, la dirección y construcción de esta reforma estuvo a cargo de las arquitectas Elizabeth Quiñones de Zorraquín, Claudia Franco y Olivia Zorraquín.