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El propietario sospechará que su perro tiene la enfermedad “si presenta una excesiva salivación, nerviosismo, no consume líquido, araña o muerde; los músculos de la boca se paralizan y el canino se esconde de la luz”.
Recuerde que esta enfermedad “es zoonótica y se transmite también a humanos, por medio de mordeduras, cuando la saliva del animal infectado tiene contacto con una herida abierta de la persona”.
Por su parte, la Dra. Sofía Gaona, veterinaria, informa que “cuando el perro muerde a un humano ambos estarán bajo observación. Aconsejo acudir inmediatamente al profesional quien indicará los pasos pertinentes”.
La rabia es una patología que afecta el sistema nervioso, atendiendo que el virus se aloja en el cerebro y no tiene cura, explica la especialista. El animal con rabia acabará por morir, sin embargo, es posible prevenir mediante la vacunación. Este acto responsable se realizará todos los años para prevenir problemas en la casa y el barrio.