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Una de las características principales de la serpiente es que poseen la sangre fría y no tienen patas para desplazarse. La doctora Nilza Lozano, veterinaria, refiere que “son animales de la clase reptilia, del orden squamata, caracterizados por tener el cuerpo alargado”.
“También se denominan ofidios y comprenden más de 2.500 especies. Las serpientes en su mayoría son terrestres, otras semiarbóreas o semiacuáticas”, señala.
Afirma que “la reproducción en la gran mayoría de las serpientes es ovípara, es decir, ponen huevos. Mientras que otras son vivíparas (cuyas crías efectúan su desarrollo embrionario dentro del cuerpo de la madre y salen al exterior en el acto del parto)”.
“La familia de los boidos es muy conocida por ser constrictora, es decir, mata a su presa por asfixia. También se encuentran los colúbridos o culebras que no producen veneno”.
Agrega la doctora que “las más peligrosas son las que poseen un complejo sistema de dientes y una glándula que produce un veneno o toxina que mata o inmoviliza a sus presas, como son los vipéridos (víboras y crótalos)”.
“Las serpientes más grandes pueden llegar a superar los 10 metros de largo y pesan aproximadamente más de 100 kilogramos. Los colores varían de acuerdo a la especie, desde opacos a muy coloridos, en tonos rojo y verde, casi fosforescentes”.
Refiere que “es importante recordar que todas las especies cumplen un rol muy importante en el ecosistema, en especial al consumir diferentes tipos de presas y mantener de esa manera el equilibrio en la naturaleza”.
Añade que “por esa razón no se debería matar las serpientes sin motivo, y sin tomar las debidas precauciones al frecuentar sitios en lo que este reptil se encuentra con más frecuencia”.
“Todos los seres humanos tenemos un miedo natural hacia este animal, pero si se encuentra con una serpiente se aconseja permanecer quieto, ya que es la mejor manera de que el reptil siga su camino sin distracción alguna”, aconseja la profesional.
Su mandíbula
Para que las serpientes traguen enteras a sus presas, su mandíbula se vuelve más suelta y se multiplican los puntos de articulación de la mandíbula inferior, de tal forma que la boca pueda dilartarse para que pasen por ellas presas de un diámetro mayor que el cuerpo de este reptil.
Siempre las boas y los pitones gigantes ejercen una gran fascinación en la mayoría de las personas. En lo referente a la alimentación, las serpientes prefieren aves y pequeños roedores. En cautiverio es necesario darles como alimento lauchas vivas y ranas.