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SÍNTOMAS
Los síntomas son muy variados: a veces cursa con decaimiento, fiebre, secreción óculo-nasal, vómito, diarrea, tos y estornudos. En estadios más avanzados pueden presentarse síntomas relacionados al sistema nervioso central como convulsiones, ceguera, incoordinación al caminar, tics, etc.
La prevención es fundamental y esta se logra a través de vacunas. Estas deben ser dadas desde temprana edad (a partir de los dos meses). No basta utilizar una sola dosis, deben darse al menos tres dosis en intervalos sucesivos y hay casos en los que se requieren incluso más dosis para lograr una buena protección. Los animales adultos también deben ser vacunados anualmente ya que existe el concepto errado de que esta enfermedad afecta solo a cachorros, pero hay casos que también afectan a los cánidos adultos.
En caso de que el animal ha sido expuesto a otro animal enfermo con moquillo, existe también el suero homólogo que ya brinda anticuerpos extraídos de animales sanos y que confieren una protección inmediata, pero por poco tiempo. Para que la vacuna brinde protección a la mascota, necesita un tiempo de acción de diez días, pero confiere una protección más duradera y más completa que el suero.
Es siempre importante recurrir al veterinario para evaluar cada caso y recomendar lo más apropiado para cada caso.
El virus es poco resistente y es destruido fácilmente por la mayoría de los desinfectantes como el hipoclorito de sodio (lavandina) y los amonios cuaternarios. Lo importante es recordar que hay zonas como el jardín, a las que no podremos llegar totalmente con desinfectantes, entonces si en el hogar hubo un caso de esta enfermedad deben transcurrir al menos seis meses antes de llevar otra mascota.
Asesoró: Dra. Renee Ozuna, veterinaria.
La prevención es fundamental y esta se logra a través de vacunas. Estas deben ser dadas desde temprana edad (a partir de los dos meses). No basta utilizar una sola dosis, deben darse al menos tres dosis en intervalos sucesivos y hay casos en los que se requieren incluso más dosis para lograr una buena protección. Los animales adultos también deben ser vacunados anualmente ya que existe el concepto errado de que esta enfermedad afecta solo a cachorros, pero hay casos que también afectan a los cánidos adultos.
En caso de que el animal ha sido expuesto a otro animal enfermo con moquillo, existe también el suero homólogo que ya brinda anticuerpos extraídos de animales sanos y que confieren una protección inmediata, pero por poco tiempo. Para que la vacuna brinde protección a la mascota, necesita un tiempo de acción de diez días, pero confiere una protección más duradera y más completa que el suero.
Es siempre importante recurrir al veterinario para evaluar cada caso y recomendar lo más apropiado para cada caso.
El virus es poco resistente y es destruido fácilmente por la mayoría de los desinfectantes como el hipoclorito de sodio (lavandina) y los amonios cuaternarios. Lo importante es recordar que hay zonas como el jardín, a las que no podremos llegar totalmente con desinfectantes, entonces si en el hogar hubo un caso de esta enfermedad deben transcurrir al menos seis meses antes de llevar otra mascota.
Asesoró: Dra. Renee Ozuna, veterinaria.