Cargando...
“En el mercado se ofrecen varias especies nativas con el nombre de perdudilla, como la perdudilla blanca, cuyo nombre científico es Gomphrena celosioides, que se caracteriza por su inflorescencia blanquecina”, señala.
Afirma que “la perdudilla pytã, de nombre científico Alternantera hirtula, tiene inflorescencia rojiza. Mientras que la perdudilla negra, Alternanthera ficoidea, es de porte rastrero y presenta flores blancas. Todas pertenecen a la familia botánica Amaranthaceae”.
“Son hierbas de entre 20 y 50 cm, crecen en suelos próximos a cursos hídricos. Florecen en primavera, verano y otoño”.
Refiere la profesional que “tanto las raíces de la perdudilla blanca como las de la perdudilla pytã se utilizan como remedio refrescante en el tereré. Para ello, los órganos subterráneos deberán ser bien lavados y machacados”. “La perdudilla blanca se emplea para el tratamiento de la gripe, inflamaciones de la garganta, ardor del estómago, tos y catarro, para calmar mareos, pesadez de pecho, afecciones de los riñones y ardor en la vejiga al orinar. En cambio, la perdudilla negra conforme a la medicina popular se emplea para combatir la hepatitis, es antidiarreico y mezclada con hojas de mango inhibe la fertilidad en la mujer”.
Cerca de 20 gramos de toda su parte aérea se machacan y se hierven en un litro de agua y se toma como té, mate y tereré.
Es utilizada para la elaboración de la horchata que con las semillas de sandía, zapallo y jugo de limón, ayuda a controlar las enfermedades en las que está presente la fiebre. Alivia también cuando hay indigestión.