El recurso de la piedra en los revestidos igualmente se usa en los interiores, incluso combinando con elementos modernos como el blíndex para darle un toque distinto. La piedra roja y negra, basáltica, es la que más se usa pero también se usan otras piedras aún más rústicas.

Una vez colocadas las piedras se coloca silicona y luego se hace una limpieza para eliminar los restos que pudieran haber quedado. Queda muy bien el efecto porque la piedra es resistente, la silicona sella la porosidad y resalta su color.

La piedra se está usando mucho también en los jardines, incluso con mucha piedra y solo unos pocos elementos verdes como el pasto y arbustos. Su bajo mantenimiento lo justifica, y el contraste entre piedra blanca, la marmolina chiquitita, y cantos rodados en distintos colores y tamaños le da una vitalidad increíble al paisaje. También hay piezas importantes que van solas, se está trayendo el canto rodado blanco o gris del Brasil.

No tan fría

Para darle calidez a la piedra hay que combinarla con madera, con paredes de colores lindantes de tonos cálidos, por ejemplo un ocre, tonalidades que parten de los rojos en general de más a menos fuertes, tipo óxido anaranjado. Y también es importante que la iluminación sea adecuada, con artefactos de luz incandescentes, dicroicas de luz amarilla y no blanca, spots que iluminen difuso para que resalte y no quede oscura. Uno de los sitios preferidos para revestir la pared es donde hay una chimenea, también donde hay un patio interior porque es un buen detalle.

La piedra basáltica es cortada por el piedrero y se va armando el rompecabezas sin formas regulares, van encastrando en los huecos y quedan mejor, distintas son las piedras lajas que por lo general vienen con formas y tamaños regulares.

Asesoró: Arq. Soledad Bogado.

Fotos: Archivo de ABC Color.