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Son arbustos que en general presentan hojas elípticas con tamaños variables y se destacan por sus flores ampliamente vistosas.
Las azaleas prefieren rincones con mediasombra y buena circulación de aire y protegidos de la luz solar en las horas del mediodía durante el verano, con suelos ricos en materia orgánica, ácidos con un pH entre 4,5 y 5,5 y con buen drenaje.
El sustrato ideal debe ser ácido, lo cual se puede preparar con hojas de pinos, tierra vegetal o mantillo y agregarle un poco de yeso y azufre.
El riego debe ser abundante y frecuente, pues las azaleas tienen un sistema radicular con poca capacidad de absorción, por lo cual la azalea exige una tierra que esté permanentemente húmeda, pero no debe estar encharcada, pues las hojas se ponen amarillas y una muerte rápida de la planta por putrefacción y asfixia de sus raíces. Conviene regar por debajo de las plantas y en clima caluroso y seco se pueden pulverizar las hojas. Cuando se empiecen a formar los capullos de las flores, se debe dejar de pulverizar las hojas para evitar plagas y enfermedades.
Para estimular la floración se puede aplicar el abono con fertilizantes ricos en fósforo y potasio, como fosfato diamonico y cloruro de potasio.
Durante la floración es recomendable utilizar cada 15 días un abono foliar, evitando que las hojas se vuelvan amarillas y las flores pierdan su color.
Luego de la floración se despuntan los restos de la flor para favorecer la nueva brotación, sin realizar poda de la planta, pues si esto ocurre disminuye la floración siguiente.
PUNTOS SENSIBLES
* Las hojas se amarillentan y caen: es natural en primavera, antes de que aparezcan las hojas nuevas en una atmósfera muy seca. Hay que regar y colocar y abonos insuficientes. Podría denotar también deficiencia de hierro.
* Oscurecimiento de las hojas: demasiado sol.
* Mal desarrollo de los capullos florales: exceso de agua.
* Los capullos se pudren: atmósfera muy fría. Corrientes de aire.
* Ausencia de capullos: abono insuficiente. Atmósfera muy seca.
Plagas y enfermedades: pulgones, ácaros, cochinillas, trips, mosca blanca, son insectos chupadores que se alimentan de la savia de las hojas, dejándolas arrugadas, perdiendo su color y favorecen la entrada de virus y enfermedades.
* Insecticidas a base de Dimetoato o Imidacloprid pueden ser utilizados en casos de ocurrencia de la plaga.
* Las enfermedades son causadas por hongos y bacterias, que producen manchas en las hojas y flores y son combatidas con fungicidas a base de carbendazim o cupricos con antibióticos.
Asesoró: Ing Agr. Juan Ernesto Ramírez, del staff profesional de Agrofield SRL.