Naranjo

“La plantación de árboles en un ambiente urbano se torna cada vez más una actividad casi de rutina, ya sea para implantaciones nuevas o para sustitución de otras especies. Es así que a la hora de elegir los árboles para el patio o jardín se tienen en cuenta además de la ornamentación que presentan la utilidad como productores de frutas”, afirma la Prof. Ing. Agr. Mirta Montiel.

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“Una costumbre ancestral en nuestro país es la plantación de arbolitos del género citrus, que comprende a los frutales de naranja, mandarina, limón, pomelo y otros”.

En esta ocasión nos referiremos a la naranja, que “es sin duda la especie más cultivada mundialmente, presenta características como el alto contenido de vitamina C, ya que 100 gramos de ella contiene hasta el 90% de las necesidades diarias”.

La ingeniera destaca que la naranja es de clima tropical y subtropical, no tolera temperaturas extremas por debajo de 0°C y encima de 39°C. Si se mantienen temperaturas de alrededor de 15°C por un período de 6 a 16 semanas antes de la cosecha de las frutas, eso favorece la coloración más intensa”.

Humedad del suelo

El Ing. Agr. Andrés Armadans recuerda que “el naranjo requiere una precipitación capaz de aumentar la humedad del suelo en niveles satisfactorios durante el crecimiento, pero las lluvias constantes favorecen un mayor ataque de plagas y enfermedades. Por otro lado, los vientos pueden causar daños durante la floración y fructificación, incluso caída del árbol”.

No se descuidará la fertilización que debe estar basada en un análisis de suelo que nos dará con exactitud los datos sobre sus necesidades.

Una vez plantado el naranjo se deben tener en cuenta ciertos cuidados culturales como el riego y el desbrote, que consiste en eliminar todas las ramas pequeñas que surgen por debajo de las principales, a fin de favorecer los frutos.

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