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Paulina Quevedo, decoradora, señala que las mesas redondas tienen gran ventaja en espacios pequeños y hoy día no existen reglas para inclinarse por un estilo, pues incluso actualmente se observan diferentes estilos de sillas. La consigna es que deben estar unidas por el color, el lustre o la pintura.
Agrega que “las luces sobre estas mesas son muy necesarias y complementan el ambiente. Por ejemplo, se considerará que si se trata de una araña clásica los focos se dirijan hacia abajo de modo que la mesa quede bien iluminada”. Otra posibilidad es que las pantallas sean transparentes.
“Hay infinidad de modelos de mesas y se las puede armar con tapas de vidrio de 10 mm y biseladas con patas originales, como caballetes, bases con formas o incluir hasta otra mesa de menor tamaño”, resalta.
Quevedo menciona que “una mesa redonda ocupa el espacio de una manera muy particular, es decir, todo gira en torno a ella”.
“Una mesa redonda tiene la ventaja de que genera mayor sociabilidad, pues ninguno de los comensales preside la mesa, todos son iguales de importantes y no hay jerarquías”, menciona.
Refiere además la experta que “en relación a las rectangulares, las circulares, al no tener esquinas resultan más cómodas en áreas pequeñas y menos peligrosas, más aún cuando hay niños en la casa”.
“Resultan más acogedoras, versátiles, sociales y menos molestas para los invitados. Sin embargo, no se aconsejan para celebraciones muy concurridas en la casa”, aconseja.
Si vive en un pequeño departamento la mesa redonda es la solución.