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El Dr. Carlos Fernández, veterinario, indica que al gato himalayo se aconseja mantenerle en un lugar climatizado, ya que sufre en extremo debido a que posee gran cantidad de pelo. “Será necesario proveer al felino agua fresca, limpia y siempre a disposición. Incluso puede agregar unos cubos de hielo. A partir de los 30 grados de temperatura el dueño ya debe considerar los cuidados pertinentes para su mascota”.
El profesional explica que, “a diferencia de los humanos que por lo general medimos aproximadamente 1,50 m y más, los gatos solo tienen de 35 a 40 cm de altura, lo que significa que se encuentran más cerca del suelo y sienten más el calor”.
Fernández resalta que “el siamés y los mestizos no sufren tanto en el calor como los gatos de mucho pelaje. Se aconseja realizar un pequeño rebaje en el pelo del persa, pero no llegar a pelarlo. Recuerde que los gatos tienen una piel delicada, no se les recorta el pelo a no ser que se trate de un gato peludo y sea necesario este proceso. Ni piense el recorte en gatos de pelo corto, pues podría causar daños en la piel del animal”.
¿Cuáles son las señales?
El doctor refiere que “su gato sufre en el calor si presenta una respiración agitada, pupila más dilatada, se acicala constantemente, no encuentra un lugar para descansar y está muy inquieto”.
Los gatos son animales limpios y no buscan arena para cavar como los perros. El lugar ideal para el felino es un piso limpio y fresco. “Los gatos expulsan el calor por la cola, esto les sirve como un termostato. Al suministrarle agua opte por un recipiente de plástico y descartará los de metal. Déjele agua y comida si se ausentará de la casa”.