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Sus flores rosadas, blancas y amarillas pintan el paisaje, y es una coincidencia que la floración de los lapachos en sus distintas versiones se den juntas en estos días, debido al factor climático: hizo frío, se volvió al calor y de nuevo el frío, explicó el ingeniero agrónomo Germán González Zalema.
“Los primeros árboles en dar flores son los rosados, denominados Handroanthus impetiginosus, que florecieron en mayo y volvieron con vigor ahora, ya que dependen del clima; el frío induce la floración, la temperatura y luz hacen que se adelante o atrase.
“El lapacho de color morado es el Handroanthus heptaphyllus, morado de tronco exuberoso, al que también se conoce como tajy hû, por su madera bien oscura. Sus hojas son pequeñas y de bordes aserrados”.
El lapacho blanco es una variación normal del heptaphyllus, el morado, pero es el menos común en número.
“Si uno quiere de un solo color, por ejemplo, blanco o bien morado, se puede injertar a otro lapacho, y ahí se obtiene el color que uno quiera; es la forma de conservar los colores”.
Los días fríos y nublados también influyeron en los lapachos de flores amarillas, de hojas y tronco lisos, que son los más tardíos, pero ahora se adelantaron. “El lapacho Tabebuia ochracea de flores amarillas es espectacular.
Todos ellos al perder sus hojas florecen aumentando su belleza. Son motivos ideales para pintar o fotografiar.
Fotos: Marta Escurra y archivo de ABC Color.