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La Arq. Sofía Bobadilla informa que la tendencia actual es el uso del ladrillo a la vista solo en una parte de la pared de modo a resaltar esa zona e incluso en algunos casos se deshace parte del revoque y se destaca el ladrillo, luego se coloca una pincelada de silicona para evitar el polvo. De esta manera, la decoración del muro queda muy interesante.
“Los ladrillos a la vista (se clasifican en común, prensado que se diferencian de acuerdo al color que adquieren en la fábrica donde fueron elaborados, ya sea homogéneo o con pequeñas variaciones en sus tonalidades), y hueco”, agrega.
Señala que “para el uso del ladrillo común se procede a lijar, se limpia con ácido y se pinta con impermeabilizantes, con ayuda de un pincel o una brocha. Este producto dura aproximadamente dos años”.
Por su parte, la Arq. Soledad Bogado refiere que se usa el ladrillo a la vista para localizar una parte importante de la pared. Esta elección requiere mucho trabajo y la perfección en las terminaciones.
Se recomienda “una cara a la vista y la otra revocada a fin de realizar las instalaciones eléctricas pertinentes. No considere que optar por ladrillos a la vista ahorrará más, al contrario, se exigirá más precisión en este trabajo minucioso del obrero”.
La arquitecta Bobadilla apunta que “para el uso de ladrillos a la vista se realizará una adecuada aislación inferior y también un tratamiento impermeabilizante en el ladrillo prensado que durará tres años. Recuerde que no será necesario el lijado en este tipo de material, pues posee mejor presentación con relación al ladrillo común”.
“El impermeabilizante podrá ser opaco o brilloso, las pinceladas se realizan en forma horizontal. Algunos prefieren la silicona; la diferencia reside en el tiempo de duración, ya que esta solo presenta beneficios por un año”, finaliza.