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“La luz es el factor principal para el desarrollo y salud de las plantas; así realizan la fotosíntesis, un proceso que transforma la energía de los rayos del sol en energía química. A partir de dióxido de carbono (CO²), agua (H²O) + luz se forma hidrato de carbono (CH²O)+ oxígeno (O²), para su propio alimento, a diferencia de los animales, que son heterótrofos y no producen su propio alimento”, explica el ingeniero.
La luz solar es fundamental para nuestras plantas, ya que les aporta la energía básica para que puedan crecer. Así, las hortalizas dan fruto, y las de raíz deben contar con al menos cinco horas diarias de sol.
“En cuanto a la necesidad de agua, el riego es regular, sin excederse, pues regar las plantas ayuda a su crecimiento y les mantiene sanas, y además protege de daños provocados por insectos”, subraya el profesional.
“Cuando realice el trasplante, el riego debe ser minucioso, para permitir que la planta crezca. Para áreas grandes, quizá necesite utilizar un rociador”, finaliza.
Fotos: Exposición de la Sociedad de horticultura y jardinería del Paraguay.