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La ceguera en los perros tiene varias razones: los ojos saltones son más proclives a padecer enfermedades, por ejemplo, boxer, pastor inglés, cocker, pekinés y caniches. Los perros de compañía son propensos a tener problemas de visión.
La ceguera también se puede asociar con la dieta casera, estos perros comen golosinas o panificados y eso a la larga les produce diabetes que llevan a la uveítis y la ceguera con el tiempo, entre los 8 a 10 años.
Generalmente el moquillo deja como secuela la ceguera en los perros. Algunos pueden tener las vacunas, y la enfermedad les toma más suavemente, sobreviven pero con problemas en la córnea.
Una de las maneras de proteger la visión de las mascotas es dándole una buena alimentación a base de balanceados, no darle golosinas o comidas que no corresponden. También una buena sanitación, cumpliendo el calendario de vacunas.
En la hepatitis canina también existe una secuela de ceguera.
Esto se trata con los colirios y un tratamiento a base de corticoides por poco tiempo. Hay que ver qué daño hubo y qué tratamiento específico utilizar en cada caso. Ahora ya existe una prueba de la visión en las veterinarias que se está haciendo con un "test de Scheimer". Es un kit para una prueba ocular con dilatación de pupila. Con un diagnóstico precoz se puede detener el proceso y mejora el perrito.
Las secuelas del moquillo son irreversibles y a veces dejan una pequeña lesión, una disminución de visión en los cachorros.
¿Cómo nos damos cuenta?
La revisión en la veterinaria es lo primero, pero el dueño verá si choca objetos o no responde a las señas con las manos, si reaccionan los reflejos.
Aparecen puntitos blancos en la córnea o en el fondo del ojo que examinará el profesional.
Todo depende de la predisposición de cada raza, mientras los mestizos tienen una defensa natural.
Los colirios a base de vitamina A, corticoides y antibióticos serán dados en cada caso.
El dueño tiene que limpiarle los ojos con agua de rosas o manzanilla.
El síndrome de ojos secos se produce por insuficiente evacuación de lágrimas. También el tratamiento incluye colirios a base de antibióticos y lubricantes o lágrimas artificiales.
Asesoró la Dra. Juana Inés Ramírez, veterinaria.
La ceguera también se puede asociar con la dieta casera, estos perros comen golosinas o panificados y eso a la larga les produce diabetes que llevan a la uveítis y la ceguera con el tiempo, entre los 8 a 10 años.
Generalmente el moquillo deja como secuela la ceguera en los perros. Algunos pueden tener las vacunas, y la enfermedad les toma más suavemente, sobreviven pero con problemas en la córnea.
Una de las maneras de proteger la visión de las mascotas es dándole una buena alimentación a base de balanceados, no darle golosinas o comidas que no corresponden. También una buena sanitación, cumpliendo el calendario de vacunas.
En la hepatitis canina también existe una secuela de ceguera.
Esto se trata con los colirios y un tratamiento a base de corticoides por poco tiempo. Hay que ver qué daño hubo y qué tratamiento específico utilizar en cada caso. Ahora ya existe una prueba de la visión en las veterinarias que se está haciendo con un "test de Scheimer". Es un kit para una prueba ocular con dilatación de pupila. Con un diagnóstico precoz se puede detener el proceso y mejora el perrito.
Las secuelas del moquillo son irreversibles y a veces dejan una pequeña lesión, una disminución de visión en los cachorros.
¿Cómo nos damos cuenta?
La revisión en la veterinaria es lo primero, pero el dueño verá si choca objetos o no responde a las señas con las manos, si reaccionan los reflejos.
Aparecen puntitos blancos en la córnea o en el fondo del ojo que examinará el profesional.
Todo depende de la predisposición de cada raza, mientras los mestizos tienen una defensa natural.
Los colirios a base de vitamina A, corticoides y antibióticos serán dados en cada caso.
El dueño tiene que limpiarle los ojos con agua de rosas o manzanilla.
El síndrome de ojos secos se produce por insuficiente evacuación de lágrimas. También el tratamiento incluye colirios a base de antibióticos y lubricantes o lágrimas artificiales.
Asesoró la Dra. Juana Inés Ramírez, veterinaria.