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Los colores primarios como el rojo, azul y verde se combinan con el blanco en todo el mobiliario así como en las paredes. Insignia hizo el empapelado de los personajes, a modo de guarda superior en un sector de la pared. Es el espacio dedicado al área de juego, donde también se destacan tres mesas con cajoneras. A unos pasos se encuentra una mesada alargada que servirá para el área de estudio del niño.
El diseño corresponde a Adriana Cymerman de Sborovsky y Diego Páez, de Ambiente y diseño. En la cama resalta el edredón y los almohadones de Tiendas Pilar.
Los murales con mucha imaginación
Un mural es un excelente comodín en la decoración. No hace falta rellenar toda la pared ni recurrir a los colores más intensos para lograr un mural infantil armónico y apropiado para la habitación de los chicos.
Actualmente lo que se busca es saber aprovechar los metros con los que se cuentan y sumar discretos detalles en todo sentido: tonalidades, textura, formas, etc.
Como en el caso del dormitorio de la princesa, un color suave de fondo con un diseño de árbol con casitas a modo de nidos es el área de ensueño donde se coloca la cuna. Y detalles como los cuadros, flores de distintos tamaños, permiten realzar un mundo tierno y delicado.
La autora de estas bellas creaciones es Celeste Cristaldo, quien afirma que “los colores oscuros, los dibujos animados y los diseños sobrecargados se deben evitar, ya que estos suelen aburrir y pasar de moda rápidamente. Asimismo, debemos recordar siempre que los niños crecen. Por tanto, no se puede pretender que mantengan siempre la misma decoración que cuando eran unos bebés. Lo mejor que podemos hacer es pintarles un mural que sea bello, sencillo y que pueda agradarles, tanto tiempo como sea posible”.
En el dormitorio del varón de la segunda casa predomina un diseño sencillo con personajes animalados, con una estética muy atractiva, que además es una tendencia dominante. Se inspira en la naturaleza y por eso enamora a primera vista, al mantener el concepto de “menos es más” en la deco.
Fotos: Virgilio Vera y Celso Ríos.