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“Nuestros paneles son de plástico reciclado recubiertos de geotextil, son livianos, modulares y versátiles, lo cual nos permite mover el jardín vertical, luego de que termine una fiesta por ejemplo”. Alexandra los fija con tarugos y tornillos comunes a la pared. Estos tienen doble cámara de plástico –haciéndolos también impermeables–, lo cual significa que no hay que tratar la pared antes de colocar. El sistema de metro cuadrado o paneles es con riego automático, lo cual facilita el cuidado.
En términos del diseño, los dos grupos de arquitectas; los del espacio de la Cafetería, María del Mar Filipini, Alejandra Corrales y Adriana Pompa con la paisajista de su espacio Leticia Jiménez, le dejaron a libre elección la selección de plantas a Alexandra. Mientras que las arquitectas del quincho, Verónica Peralta y Estefanía Cepede optaron por un look “salvaje”, porque, según la experta en jardines verticales, querían plantas con mucho verdor, que el blanco y los verdes muy claros no sean protagonistas en su jardín.
Como base de ambos jardines por metro cuadrado se optó por helecho cola de mono, calitas y potus (solterona), ya que son plantas que se adaptan fácilmente, cubren bien y tienen distintos tipos de hojas, así el jardín no queda monótono.
En el quincho la selección involucra a la aspidistra, el helecho monedita o amambay y el maranta sapito. En la cafetería se observan anturium, maranta burle, peperomia matizada, lazos de amor y costilla de Adán, entre otros.