Insectos en el jardín

En las hojas y tallos de las plantas las cochinillas aparecen con una apariencia de trocitos de algodón. Y en poco tiempo pueden debilitarla gravemente.

Las cochinillas de los patios o  Porcellio laevis, poseen dos apéndices como cola en la punta del abdomen y son incapaces de enrollarse para convertirse en una masa, como bola segura. La cochinilla de humedad común, Armadillidium vulgare, no tiene esos apéndices en la punta del abdomen y puede enrollarse por sí misma para convertirse en una bola.   

Este hábito es la razón por la que a menudo se denominan rodadores en algunas áreas. Ambas cochinillas se alimentan de materia vegetal en descomposición y se encuentran bajo suciedad o vegetales en descomposición de todo tipo, como también bajo objetos en tierra húmeda.   

Frecuentemente, invaden sótanos húmedos y espacios donde puedan arrastrarse e  infestar plantas en macetas. Una importante infestación en interiores generalmente indica que existe una gran población fuera de la construcción, indicó el Ing. Agr. Julio Quevedo.   

Control   

Para las cochinillas es importante la aspersión con insecticidas residuales y que lleguen a la superficie del suelo. También será necesario retirar materia en descomposición diseminada en la zona a fin de evitar la presencia de cochinillas en el jardín.   

Las hormigas   

Las hormigas se encuentran entre los insectos de mayor éxito productivo, al igual que las termitas (kupi’i). Son insectos sociales y viven en colonias. Sin embargo, las hormigas llevan a cabo este comportamiento social separadas de las termitas y no tienen relación cercana.   

Las colonias de hormigas incluyen una colección de obreras, que construyen estructuras llamadas "nidos", que requieren mucho esfuerzo por parte de las obreras de las colonias para mantenerse sólidos.   

Muchas especies prefieren hacer sus nidos en la tierra, (hormiga de fuego, akekê, etc.), otras en madera como troncos viejos, postes, huecos en árboles o hasta dentro de las construcciones (carpintera o arara’a, hormigas urbanas, etc.).   

Los nidos proveen a las hormigas una considerable protección contra sus enemigos, como las variaciones climáticas y además les permite tener cierta proximidad a sus alimentos, agua y otros recursos. No existe prácticamente ningún alimento (excepto la celulosa) que no sea consumida por alguna hormiga, pues la mayoría de las especies se alimentan de una gran variedad de alimentos.

El combate

Para combatir las hormigas pueden utilizarse cebos o aspersión con insecticidas.

Los insectos amenazan con destruir el jardín y la única alternativa es persistir con métodos reconocidos.
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