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El Dr. Gerardo Benítez García, veterinario, resalta que “es muy variable el momento en que las gatas alcanzan la pubertad, por lo general se encuentra entre los seis a 10 meses, pues existen ciertos factores que determinan el inicio de la pubertad; por ejemplo, el peso de la hembra, la raza, factores externos, como la presencia del macho y las horas de luz en las que pasa la gata”.
“Las gatas son poliéstricas estacionales (durante una época determinada del año pueden tener varios celos separados por unos días de reposo). Se necesitan 12 horas de luz para activar la función ovárica, pues a mayor luz las gatas entran en celo; si exponemos a la gata a una disminución de la luz, por ejemplo, de ocho horas de luz, la actividad ovárica cesa”, indica el veterinario.
Las feromonas en el aire
Además refiere que “las gatas en celo producen una sustancia volátil llamada feromona, que ayuda a inducir al celo a gatas cercanas, por lo que no es raro que varias gatas que vivan en un mismo lugar puedan manifestar el celo”.
Recuerde que las gatas no paran, “una curiosidad que se presenta es que incluso pueden tener celos amamantando a sus gatitos o incluso estando preñadas”.