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La jardinería como hobby es una terapia interesante para mejorar el ánimo de sus aficionados, pero si se dedica a la producción es como un trabajo cualquiera que conlleva responsabilidades y trabajos.
Hay muchas variedades híbridas de flores de diferentes formas y tamaños que siempre necesitan multiplicarse por semillas. “En Paraguay es muy difícil encontrar semillas de flores. Hay empresas que representan marcas de semillas, pero no traen en cantidad porque no hay mucha demanda”, expresó la Ing. Agr. Sunny Lin.
“También hay plantas de tallos leñosos o follajes ornamentales que pueden propagarse por esquejes o división de matas. Para la propagación por semillas o en forma vegetativa se debe preparar un lugar especial como semillero, porque los plantines son más sensibles y es mejor ofrecerles condiciones ideales para su crecimiento, como humedad suficiente, control de la temperatura y protección del aire. Para la obtención de una producción de calidad es muy importante el manejo correcto de las técnicas de propagación de plantines, ya que ello influye en un 50% para lograr el éxito de la producción final”.
El mercado de flores es muy interesante si se desea iniciar una producción, aseguró la ingeniera, pero para la venta se debe conocer lo que el mercado necesita. “Para cultivar flores de corte o en macetas es necesario manejar las técnicas de cultivo. También hay que saber cómo se vende el producto, el precio del mercado, costo y balance entre ingreso y egreso”.
Para ser productor
La Ing. Agr. Sunny aconseja conocer los recursos disponibles en la zona: tierra, agua, medio ambiente, semillas, plantas madres, distancia al mercado, acceso al mercado para convertirse en productor de flores. También es ideal contar con infraestructura por lo menos sencilla, destinada al invernadero que protegerá a las especies de la lluvia, el sol, especialmente en la etapa de floración cuando la planta tiene más valor económico para la venta.
“La floricultura en Paraguay tiene la principal característica de ser una unidad productiva familiar, es decir, es un negocio que utiliza toda la mano de obra de la familia. En la zona de Cabañas, que es la de mayor producción a nivel nacional, mueve una cadena de producción y venta muy interesante, ya que no solo comercializa el viverista productor, sino los vendedores ambulantes que diariamente inyectan capital, ya que viajan a diferentes puntos para la venta y mueven de esta forma la economía local, y otros viveros se surten de la zona”.