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Extremadamente bella y de larga vida, la flor del ave del paraíso es seguramente la más maravillosa de las flores cultivadas en el hogar. Y a la luz de su exótica apariencia podría ser una sorpresa enterarse de que no se trata de una planta difícil de cultivar, pues hace frente a condiciones aparentemente muy desagradables, sin ninguna muestra de incomodidad. Además, las flores son muy utilizadas en arreglos para fiestas, encuentros, etc.
Sus cuidados en verano incluyen: cambio de maceta cada año al comenzar la primavera, colocándolas en recipientes con un buen material de drenaje y compost, trasladándolas a un tiesto, uno o dos números más grandes, hasta alcanzar un tamaño final de 25 a 30 cm de diámetro. Después de esta tarea las plantas deben ser abonadas en superficie, reemplazando la capa superior del compost, pero no las cambie de recipiente. Las plantas maduras que no son perturbadas pueden dejar de producir flores.
La temperatura ambiente de 20 a 22 grados centígrados es perfectamente adecuada, pero las strelitzias no florecerán si se las cultiva con luz inadecuada, de modo que debe asegurar a su planta la mejor luz posible, incluyendo el pleno sol.
Riéguelas bien para que el compost se conserve mojado en los meses más calurosos, pero permita que la superficie de la tierra se seque antes de volver a regarla.
Añada al agua un fertilizante líquido cada dos semanas, en esta época, y rocíela ocasionalmente evitando mojar las flores.