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El doctor Nelson Scappini, veterinario, nos habla sobre el desarrollo de la vida del pecarí, dentro y fuera de su hábitat natural.
- Hay que hacer un buen lugar para el resguardo, alimentarlos y tenerlos en buenas condiciones de higiene: con agua y terreno limpios.
- La preparación del vallado es muy importante. Lo más apropiado es preparar un corral perimetral con tejido y alambre reforzado, puesto que los pecaríes son agresivos, y si es débil la estructura, la romperán fácilmente.
- Hay que darles de comer y beber diariamente. Ellos comen tres a cuatro kilos de alimentos concentrados y balanceados para cerdos por día.
- El espacio para una pareja de pecaríes debe ser de veinte metros cuadrados.
- Cuando tenemos a un grupo de pecaríes, hay que recordar que son territoriales, agresivos, sobre todo el tañykatî. Hay que tener cuidado, porque pueden ocurrir accidentes.
- El aspecto sanitario es otro de los puntos fundamentales para el cuidado de un pecarí. Las enfermedades que pueden padecer este animal son las mismas que atacan a los cerdos. Los antiparasitarios se deben aplicar cada tres meses.
Hábitat natural
- Los pecaríes viven en manadas y forman varios grupos con un macho al mando, varias hembras y machos subordinados. Defienden su territorio a ultranza. El grupo está conformado por 20 o 50 miembros.
- Comen raíces y tubérculos. También se alimentan de pequeños mamíferos y avecillas.
- Habitan la Región Occidental del país.
Tenencia doméstica
Según el veterinario, “para que una persona pueda tener un pecarí fuera de su hábitat natural, debe solicitar permiso a la Seam, a través del Registro Nacional de Vida Silvestre; se paga un monto fijado por la institución. Además, se debe conocer la biología del animal y contar con un veterinario”, expresa.