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No deben faltar cómodas reposeras en materiales impermeables, hamacas huevo –lo más in del verano–, y hasta sillones confortables –con almohadones preparados para la humedad–.
Cada vez son más los que optan por pequeñas islas techadas justo al lado del agua; en estas se usan los muebles de madera rústica; lugar ideal para conversar, compartir algún brindis o snack al atardecer y, por qué no, sentarse a disfrutar de una amena lectura. Los individuales sugeridos para una merienda cerca de la pile son los más fáciles de lavar. En cuanto a los tonos recomendados para los mismos –y para almohadones u otros objetos en esta zona de exterior–, el clásico sigue siendo el azul en todas sus variantes y combinaciones, ya que, estando cerca de un gran espejo de agua, nunca fallará. También se estila el ocre, los tonos nude y marrones, más aún si se optó por la mayoría de un mobiliario de madera o imitación de la misma. Otra estrella colorida del verano es el verde; para asegurarte el éxito nunca olvides incluir algunas plantas en grandes macetas, alegrarán el ambiente y aportarán frescura junto con los árboles del patio. Todos estos colores también son ideales para bordes de piscina o para los espacios con duchas externas, siempre a tono con el conjunto pileta-mobiliario exterior.
Otra tendencia es contar con un quincho cerrado, por lo que una pequeña barra para tragos no estará de más al costado de la piscina. Las sillas adecuadas serán las de acrílico u otros materiales resistentes a la intemperie.
No está de más incluir puffs, colchonetas y espacios de descanso hechos con palets.
Agradecimientos a Quality Center y Marketplace.