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En el estar se fusionan materiales tradicionales como la madera, el cuero, así como el ladrillo. Luego, a unos pasos, se encuentra la sala de estilo ecléctico, otra vez con predominio de distintos elementos naturales. Los tonos neutros son los protagonistas, con un plus de naranja en las obras de arte exhibidas en la pared. La idea fue lograr esa mezcla particular entre piezas clásicas y otras de vanguardia.
En tanto, en el comedor la principal atracción es el mueble antiguo que reúne objetos de vidrio de distintas épocas. La arquitecta Belén Heisecke se encargó de la reforma de esta casa, así como de la decoración. La escalera conservó su diseño y se destaca por sus sinuosas formas.
En el dormitorio infantil la estrella de la decoración es el color rosa, así también se suman el piso parquet, las mantas estampadas y, por sobre todo, esa sutileza tan particular que caracteriza a las princesas de la casa.
Fotos: Celso Ríos.