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La licenciada Zulmira Duarte, técnica de la Dirección de Extensión Agraria del Ministerio de Agricultura, dice que en nuestro país existen dos tipos de hormigas cortadoras del género atta (ysau) y el acomyrmex (akekê), ambas atacan todo tipo de material vegetal, cultivos agrícolas, ornamentales y pastizales.
Estos insectos contra los que luchamos hace décadas anteriormente no existían, porque solo se alimentaban de los materiales vegetales que tenían a su alrededor, pero a medida que el hombre labra la tierra, más la deforestación masiva, la degradación del medio ambiente, la disminución de animales y pájaros predadores hacen que estos insectos aumenten su población, luchen por su sobrevivencia y ya no solo los encontramos en el campo, sino que emigran a las ciudades.
Para que podamos combatirlos es importante conocer sus características y hábitos.
El debido control
Cuando el nido de las hormigas cortadoras se encuentra en lugares o rincones inaccesibles como debajo del cimiento de una casa o murallas se debe utilizar un cebo.
En lo posible, productos que no dañen el medio ambiente, como por ejemplo, azúcar mezclada con levadura granulada en partes iguales: 1/4 azúcar + 1/4 de levadura. Mezclar con una cuchara de plástico, cuidando de no tocar con las manos. Con la misma cuchara distribuir al descuido calculando 10 gramos en sus camineros.
Otra mezcla, con los cuidados pertinentes: 2 kilogramos de cal viva en 10 litros de agua, se diluye y se vierte en las minas pequeñas del ysau y akekê.
Otro método consiste en hacer surcos alrededor de la mina, desviando agua de lluvia o agua corriente hacia el hormiguero, inundándolo.
También vale hervir en 2 litros de agua un puñado de raíces y hojas de ajenjo, dejar reposar por lo menos 5 horas. Luego se pulverizan las plantas, como un repelente.