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Karen Colmán, de la Dirección General de Conservación y Protección de la Biodiversidad de la Secretaría del Ambiente (SEAM), afirmó que el búho es un animal silvestre, es decir, no está adaptado para vivir en condiciones domésticas. Poseemos 15 especies nativas de búhos de Paraguay.
Dijo que Girala Yampey (2003) menciona que la superstición de buena suerte surge de que “el kavure’i atrae a su alrededor a tantos pajaritos, y por ello han inventado que la posesión de sus plumas trasladará a favor de quien las tenga el mismo poder magnético”. Por lo tanto, muchas personas tratan de conseguir el plumaje mágico que los hará dueños de la voluntad ajena.
Karen señaló “que un manojo o solamente una de sus pequeñas plumas bastará para ser un amuleto o kurundu, que ejercerá atracción irresistible sobre sus semejantes. Poseyendo tal reliquia, es posible conseguir los favores de la persona amada. No solamente es válida para las cuestiones del amor, sino también sirve como amuleto para salir airoso en los negocios o para atraer a la clientela de una casa de comercio, en fin, para la buena suerte en general”.
Animales exigentes
“Ningún animal silvestre es conveniente tenerlo como mascota; sin embargo, en el caso de tenerlo, es necesario que se inscriba en el registro de Vida Silvestre y contar con un permiso expreso de la Secretaría del Ambiente”.
Informó la experta que los búhos son animales con muchas exigencias para su cría: se alimentan con pollos o ratones, las jaulas deben ser espaciosas, con una caja resistente en donde pueda meterse en el día. Hay que cuidar su peso, controlar que su pico y garras no crezcan deformes, como también visitar a un médico veterinario especialista en el área, a fin de que controle la salud del animal.
Visión
A pesar del pensamiento popular, “los búhos no poseen una visión nocturna prodigiosa; aun así, ven mejor de noche y pueden observar normalmente en el día. Son hipermétropes, es decir, no ven nada a unos centímetros de sus ojos. Poseen los ojos grandes, separados y fijos, por lo que deben mover la cabeza; esto lo hacen gracias a que tienen la capacidad de rotar el cuello ¡270º! Se caracterizan por una visión mejorada en condiciones de poca luz, pero no pueden distinguir bien los colores como otras aves”.
Su vida
“Dependiendo de la especie, viven una media de 10 a 15 años. Los nidos son construidos en lugares oscuros, y la hembra pondrá sus huevos (el número varía en función de si fue un año con abundante alimento, 6 huevos, o si, por el contrario, fue de poco alimento, 4 huevos), que habrán de incubarse durante 30 o 32 días. Cuando la hembra está incubando, el macho la mantendrá alimentada”.