Dormitorios infantiles

El cuarto de los niños debe ser fácil de limpiar y airear, con muebles todoterreno, que dos expertas nos detallan. Otras ideas interesantes son las relativas a la seguridad con protectores o disyuntores en los enchufes. La ropa de cama de algodón es un clásico que no falla en este lugar donde jugar, descansar y estudiar no se desligan de la estimulación de la fantasía.

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La arquitecta Belén González, cuya obra se observa a la derecha, indica que antes de equipar el cuarto infantil se consideran ciertos aspectos, por ejemplo, la seguridad, ya que existen actualmente accesorios de silicona que se colocan en las puntas angulosas de algunos muebles que puedan generar peligro en los niños pequeños. Piense en muebles con puntas redondeadas, recomienda. “Otro tip a tener en cuenta es que a los chicos les viene bien tener mobiliario de madera maciza, que resulta más seguro y duradero, ya que los de materiales frágiles pueden ser peligrosos y generar accidentes si los pequeños los trepan”, agrega.

La arquitecta experta en cuartos infantiles dice además que “los cajones que contienen medicamentos y que se encuentran en el dormitorio del niño deben tener mecanismos de seguridad para que solo un adulto los abra”.

Por su parte, Alexa Aline Trabucco, diseñadora de interiores, dice que es primordial un espacio para cada elemento y cada cosa en su sitio. Para que el niño aprenda a ordenar es imprescindible que el mobiliario esté pensado a favor del orden y almacenaje.

Hojas para dibujar, lápices o tinta de impresora, todo tiene su lugar en el escritorio. Lo mismo pasa cuando se trata de juguetes, sean cochecitos o construcciones de madera: deben tener un sitio para guardar. Para la ropa y accesorios inicialmente conviene equipar el armario con una zona de colgar con dos barras. Más adelante, cuando el niño crezca, se retira la barra más baja y allí se logra otra zona para la ropa doblada. Un perchero nos ayudará a que dejen la ropa del día siguiente preparada. Las niñas necesitan más cajas y cajoncitos para guardar sus gomas, sus collares y pañuelos. El armario de los niños puede ser más sobrio.

Instalar todas las medidas de seguridad posible, como protectores de enchufes, y en caso de que se usen radiadores en días de frío siempre estar bajo observación del adulto, resalta la arquitecta González.

Camas bajas son más cómodas, con sábanas y fundas de algodón; el espejo a su altura ayudará a reforzar su autoestima y los estantes exhibirán sus juguetes.

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