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Algunas personas afirman que realizar una cascada o una fuente de agua es un arte maravilloso que pocos lo pueden lograr. Desde los diseños rústicos hasta los más modernos pueden adornar espacios interiores y exteriores.
Los diseños arquitectónicos minimalistas tal como el que se observa en la foto hoy día también se incluyen en las cascadas. Un muro revestido sirve de divisoria entre el área del recibidor y el comedor y sobre ambos lados se desliza el arrullo del agua que genera tranquilidad. La obra estuvo a cargo de Miguel Portillo, quien destaca la modernidad en los detalles.
“Dentro del bloque de mampostería se añadieron unas tiras de vidrio en forma vertical y horizontal que permiten ver tímidamente el otro sector”, apunta su realizador.
Un trabajo artesanal
Si desea un estilo más rústico Wilson Diéguez, artesano, propone cascadas y fuentes de piedra en modelos estáticos y otros que se pueden cambiar de lugar.
“La altura varía desde 30 cm hasta dos metros, y esta última contiene material sólido. Para llevar a cabo la fabricación de las fuentes se requiere contar con algunos materiales de construcción, como cemento, arena lavada y piedra. Además es imprescindible un motor sumergible para que impulse el líquido”, agrega.
Menciona que “la cascada se puede ubicar en interiores o exteriores. Se añaden muchos cántaros como un elemento característico de nuestro país.
Portillo optó por una cortina de agua que cae con suavidad desde cierta altura sobre una estructura de diseño lineal.
En ambos casos, el agua está en constante movimiento, lo que impide que se formen larvas de mosquitos. Es un dinámico sentido estético que toma lo mejor de la naturaleza y lo expone como una obra de arte en movimiento.
Leve y transparente recorre un soporte especialmente preparado para su recorrido convirtiendo los salones en una inspiración para contemplar.