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La Dra. Raquel Cano, veterinaria, afirma que las pulgas que se hospedan en los perros se llaman Ctenocephalides canis; las adultas miden de dos a tres mm de largo y se caracterizan por ser de color oscuro. Se alimentan de la sangre del perro y producen una picazón terrorífica.
“Se transmiten por contacto con otro perro. Las pulgas habitan en lugares como el pasto, cortinas, alfombras, esquinas, etc., y suben al pelo del perro únicamente para alimentarse”, advierte la veterinaria.
La Dra. Marian Ramírez, veterinaria, dice que se realizará el baño medicado en el canino a partir de los tres meses de vida, siempre con supervisión y control del doctor especialista en esta área.
“Los dueños tendrán especial atención con ciertas razas, por ejemplo, el maltés y el pastor alemán, que se caracterizan por su peculiar pelaje largo. Para eliminar las pulgas en el perro se realizará el baño mensual y además una adecuada limpieza de todos los rincones de la casa”, agrega.
Menciona la doctora Cano que “cuando el perro tiene menos de tres meses se aconseja aplicarle un talco indicado de acuerdo a su etapa de crecimiento. Por ningún motivo se harán baños caseros a base de productos químicos, como lavandina que solo dañan la piel del animal e incluso causan la muerte cuando se excede con la dosis”.
“La fumigación de la casa así como el uso de pipetas y collares antipulgas son recomendables como prevención. Se complementará además con la aplicación de antiparasitarios y baños medicados”.