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Algunos caninos aparentan ser los más amorosos del mundo; sin embargo, voltean la casa patas para arriba en un abrir y cerrar de ojos. El veterinario Diego Ayala expresa que el carácter del animal es el reflejo de la educación que recibió desde pequeño. “El comportamiento de las mascotas depende del carácter del amo y del trato que recibieron desde cachorros. No hace falta atarlos y dejarlos sin alimentos para que sean buenos guardianes. Por ejemplo, si un boxer es amigo de un niño y este lo llena de mimos, con mucha razón el animal cuidará la casa porque le une un vínculo especial”.
Por lo general, un can adquiere mal carácter porque es maltratado en su hogar. “La principal característica de un perro que sufre violencia en su casa es la agresividad. Es muy difícil el relacionamiento con los animales que sufren traumas de este tipo, hasta se complican los procedimientos médicos a la hora de la aplicación de una vacuna”.
Si el perro se vuelve bravo se corre el riesgo de que agreda a miembros de la familia o a personas que vayan a la casa. “Siempre hay que tener en cuenta que la mascota debe respetar a su amo”, resalta.
Según el veterinario, si la agresividad de un perro traumado ya es incurable, si ya no existe mecanismos para volverlo amigable con el hombre, lastimosamente se debe recurrir a la eutanasia. Por eso aconseja buscar todos los métodos posibles para recuperar a un animal. Si ya no queda otra alternativa, se pone fin a la vida del can. Si este ya mordió a alguien, hay que estudiar el caso para ver el porqué de tal agresión. Quizá fue una imprudencia humana, no siempre es culpa del animal”, explica.
Por otra parte, el doctor Ayala comenta que existen ciertas razas de perros que están predispuestas por el ADN a ser agresivas. “El chow chow y el shar pei son canes bravos por naturaleza. También el pitbull y el rottweiler son razas que fueron preparadas genéticamente para la pelea en tiempos anteriores. Pero, como dije, si el trato y la educación en casa son buenos, se minimizará el lado fiero”.
Muy juguetones
Los perros boxer son hiperactivos como el beagle y el adiestramiento se torna dificultoso. “Son como los niños en clase: de tan inquietos no pueden aprender. Es muy difícil enseñarles porque son desatentos y juguetones”.
El especialista recomienda educarlos desde pequeños en todos los aspectos, principalmente en la parte higiénica. “La educación debe ser constante, recuerde que un cambio del modelo de vida de un perro adulto puede ser peligroso, ya que es susceptible de volverse agresivo. Es mejor disfrutar de un perro malcriado que vivir en un jaque constante al lado de uno agresivo”.