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“Muchas personas viajan y no tienen a quien dejarle encargado su bonsái, una especie valiosa, que se muere si no recibe agua”, señala Karen, situación que motivó a Jardín Vivero Delivery a habilitar un servicio de guardería para estos arbolitos. Es cuando “realizamos evaluaciones, podas, moldeados, trasplantes, fumigaciones y fertilizaciones, según lo que requiera cada planta”, refiere.
“Si se encuentra en malas condiciones se apela a un programa de recuperación para devolverle su vitalidad adecuadas en un proceso lento que tarda de un mes a un año”, explica.
Según la viverista “las especies nativas como Yvapurû, ñangapiry, guavira, tajy, entre otras, son bien resistentes a nuestro clima y más fáciles de cuidar. En cambio las coníferas como cipreses, juniperus, enebros y thujas así como las azaleas necesitan cuidados más rigurosos porque se debe recrear al máximo posible las condiciones que tienen en su hábitat natural”.
Fotos: Claudio Ocampo