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“Su tallo es carnoso. Casi nunca llega a ser leñoso y contiene un líquido lechoso que es tóxico. Se reproduce por esquejes. Con solo cortar una rama de unos 40 cm, dejarla reposar una semana para que sane la herida del corte y clavarla en el suelo evitando el exceso de agua, veremos al poco tiempo la aparición de las primeras hojas”, señala.
El profesional refiere que “en prácticamente todos los casos las hojas son atacadas por la roya. Se trata de un hongo cuyas esporas de color amarillo invaden la parte inferior de las mismas, acelerando su marchitamiento. Es importante –para cortar el ciclo del hongo– retirar todas las hojas del suelo y las pocas que quedan en la planta antes de la primavera, de modo a evitar una contaminación con las hojas nuevas”.
“En este tiempo también aparecen los primeros ramilletes de coloridas flores, en tonos como el blanco, amarillo, rojo, naranja y sus matices, y se extienden en nuestro medio hasta enero-febrero”, indica.
Se trata de un árbol ideal para decorar los jardines, pues sus flores crean un efecto especial con el verdor del césped.