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“El clima óptimo es cálido y húmedo con temperaturas que deben oscilar entre 22 °C y 25 °C. El riego debe ser frecuente y moderado, evitando los encharcamientos porque se pudre la base de los tallos”, indica.
Señala además que “se debe abonar con dos a tres gramos de fertilizante granulado por planta a partir de primavera. Deben retirarse las flores marchitas y el follaje dañado”.
La profesional dice que “las plantas de interior o sombra, como la begonia, son aquellas que pueden cultivarse en el interior de las viviendas o en lugares exteriores a la sombra. Estas tienen grandes posibilidades de éxito siempre que se cumplan determinadas condiciones. Para cultivarlas se trata de crear un ambiente en el interior que recuerde al máximo el de origen. De esta forma se favorece su desarrollo, pues con los climas normales en el exterior morirían irremediablemente”.
Recuerda asimismo que la mayoría de las plantas que cultivamos dentro de casa son originarias de zonas tropicales y subtropicales. “Se intentará proporcionarles unas condiciones ambientales lo más parecidas posibles a su ambiente en la naturaleza. Tenga en cuenta temperatura, luz, humedad del aire y humedad de la tierra, los cuatro parámetros fundamentales”.
Indica que “las especies que se usan en los interiores proceden de bosques tropicales, donde están protegidas del sol por densas masas arbóreas”.
La mayoría de las plantas de interior prefieren sitios de la casa con buena luz, pero sin sol directo. Si se encuentran en el patio, estarán al amparo de la sombra de los árboles.
El clima óptimo es cálido y húmedo con temperaturas que deben oscilar entre 22 y 25 °C. Para cultivarlas se trata de crear un ambiente en el interior que recuerde al máximo el de origen.
Recuerde que la temperatura en cada una de las habitaciones es distinta y a la mayoría de las begonias les sientan mal las corrientes de aire que cruzan puertas y ventanas, tanto de aire frío como caliente.