a) De orden práctico: es importante generar sombra. En este caso, debemos considerar aquellas especies que sean de hojas perennes, porque aseguran sombra durante todo el año y no ensucian las calles y veredas, cuando se les caen las hojas en alguna época del año. También es importante tener en cuenta que no tenga una gran altura, considerando el cableado aéreo, que limita su crecimiento. Asimismo, el desarrollo radicular, que, si es muy extenso, puede levantar las veredas y murallas. En este caso, se puede colocar en el hoyo de plantación un tubo de plástico o material, de 1,5 metros de profundidad por 0,5 metros de diámetro, y dentro de él, plantar el árbol. De este modo, las raíces profundizarán y se extenderán por debajo de los 1,5 metros de profundidad.

b) De orden estético: para lucir una hermosa floración o considerando la belleza de la estructura de la copa o las hojas. Cada especie tiene una época diferente de floración y también formas y colores distintos y, al combinarlas, podrá lograr una floración más extendida durante el año. También considerar que existen estructuras diferentes de copas, por lo que es mejor elegir a las que las tienen más compactas y uniformes, con relación a las que tienen más amplias y extendidas.
Para plantar en las veredas se recomiendan las siguientes especies con sus nombres comunes:
Ceibo, común y matizado, cibipiruna, inga’i, azucena Paraguay, mirto, Callistemon, lapachito de jardín, chivatito de jardín, cítricos en general, tipa, lluvia de orquídea, crespón, arbusto japonés, no me olvides.
Asesoró el Ing. Agr. Ricardo Abente.