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“La venta de plantas deja muy buenas ganancias, pero requiere un trabajo tesonero y delicado y no todos tienen la suficiente paciencia para hacerlo”, según nos comentó Néstor Carrillo, propietario del vivero Alana y Belén de la ciudad de Villa Elisa.
La venta de plantas es una actividad muy lucrativa y todo depende de las variedades con que se cuente para que las ganancias sean mayores. Néstor señaló que “tiene una ganancia promedio de G. 500 mil por día. La actividad es muy rentable, yo me dedico a esto de toda la vida y con este trabajo hice mi casa y eduqué a mis hijas, y no me quejo de las ventas que realizo y sin ningún tipo de publicidad”, expresó.
Dijo que el secreto está en ofrecer plantas hermosas y sanas, que puedan lucir en los jardines de las casas y que todo depende de la preparación del terreno y el cuidado permanente hasta que se encuentren en condiciones de ser vendidas.
Indicó que “el primer paso es preparar el almácigo, esto se elabora de acuerdo a la planta de estación, como por ejemplo para este otoño invierno los plantines necesitan un abono especial, para que puedan crecer sanos y fuertes”.
“Para las plantas de esta estación, usamos un abono llamado turba para la elaboración de los almácigos, sin arena gorda para que las raíces puedan desarrollarse bien”, explicó Carrillo.
Dijo que “la venta de plantas sin flores no es rentable y que es mucho más conveniente comercializar ya con flores, porque dejan mayor ingreso económico”.
Actualmente las actividades se centran en la elaboración del terreno y cambio de plantas de estación.
Señaló que “las plantas de temporada requieren un mayor cuidado, en especial por las constantes lluvias que se producen y es importante contar con protectores como la media sombra, para que los plantines no se golpeen con el agua”.
Solo el riego necesario
Explicó además que “durante el otoño y el invierno las plantas no necesitan mucho riego, porque normalmente la tierra se encuentra húmeda.
“Solo se tiene que regar cuando la planta necesita agua. Primero se debe probar si la tierra está seca o mojada y de acuerdo a eso proceder y no abusar con el vital líquido que también puede dañar”, dijo.
Comentó que “es muy fácil reconocer las plantas que no están bien alimentadas, por las hojas amarillentas. Recomendó además remover periódicamente el terreno por la gran humedad y la constante compactación del suelo y retirar las flores marchitas”.