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La propagación se hace por esquejes de las puntas que hayan crecido durante el año. Se sumergen los extremos en hormona para enraizamiento y se planta en compost de turba y arena. Se conserva a temperatura de 20 grados centígrados.
En otoño conviene mantenerla por encima de los 15 grados centígrados. Pode su planta en el invierno para mantenerla prolija y en buena forma. Pódela hasta el primer nudo principal para favorecer un saludable y fortalecedor crecimiento.
La allamanda tiene hermosas flores cuyas ramas trepan muy fuerte y robusta, proviene del Brasil. Si dispone de espacio, póngala en una espaldera contra la pared o a través de una estructura para enredadera. Posee largas hojas estrechas de forma oval dispuestas en verticilos (como los radios de una rueda), desde los leños, tallos y ramas. Puede alcanzar tres metros de altura.