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El género agave comprende unas 100 especies, algunas poseen hojas enormes que miden más de un metro, y otras en cambio solo unos centímetros. La planta de la foto se denomina agave attenuata o agave de dragón y también se le conoce como cuello de cisne. Se clasifica como suculenta y mide desde 50 cm de longitud hasta un metro.
Los agaves provienen de América y de la India Occidental. Las muchas especies de agave se cultivan debido a sus jugosas hojas parecidas a espadas bordeadas de espinas nocivas en algunas especies. Las hojas crecen desde el punto central en la base, formando una roseta simétrica.
Se aconseja cambiar de maceta a los agaves grandes, todos los años, a comienzo de la primavera y los más pequeños cada dos o tres años, utilizando un compost especial para cactus. Tendrá tierra ligera y buen drenaje.
Riegue con regularidad la superficie como para mantener húmedo el compost.
En el exterior pueden vivir todo el año, pues gustan de estar a pleno sol. Hacia finales del verano la mayoría de los agaves habrán producido vástagos alrededor de su base.
Cómo se propaga
Cuando los vástagos alcanzan los siete a 10 cm pueden ser separados de la planta madre. Tienen que ser plantados en un compost especial para cactus.
Entre los problemas que le apeligran se encuentra el exceso de riego, especialmente si el agua se acumula en el centro de la roseta, ya que en época de frío puede ocasionar pudriciones.
El agave americana posee hojas gruesas de color gris verdoso.
El agave marginata tiene hojas de color gris verdoso con reborde amarillo.
El Agave victorae reginae es una roseta de hojas con líneas blancas.