Yso’i o palomilla del tomate

El control oportuno y adecuado de los insectos y plagas que atacan a los cultivos, permite contar con una producción sana y abundante. La producción hortícola tampoco está exenta de la aparición de plagas. Un ejemplo claro es el yso’i o palomilla del tomate, que es una de las plagas de mayor importancia económica, porque es capaz de llegar a eliminar totalmente un tomatal, si no es controlada como se debe.

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Para combatir adecuadamente al yso’i o palomilla del tomate, los especialistas sugieren un método actualizado de control químico, acompañado de consejos prácticos, que pueden contribuir a mejorar el combate a este insecto.
La duración del ciclo de vida de la palomilla se encuentra muy relacionada con la temperatura. Cuanto más frío hace, el ciclo es más largo; y cuanto más elevada la temperatura, el ciclo es más corto. Esto significa que en los meses de octubre a febrero tiene un promedio aproximado de vida de 21 días o 3 semanas.

DAÑOS
La larva o yso’i abre galerías en las hojas, tallos y brotes terminales, y además en los frutos. En estos ocasionan maduración precoz y pudrición.
Es una plaga que puede llegar a eliminar totalmente el cultivo si no es vigilada adecuadamente.

CONTROL QUIMICO
El control de plagas por medio de productos químicos es el más empleado en nuestro medio, y en la mayoría de los casos, es realizado en forma irracional. Cuando se confía mucho en un producto químico se utiliza hasta que la plaga adquiere resistencia. Ante este hecho, generalmente y erróneamente se acostumbra aumentar la dosis recomendada por el fabricante, al igual que la frecuencia de aplicación, pero lógicamente ya no se obtiene un resultado positivo, sino más bien un aumento de los riesgos de contaminar el entorno familiar, poniendo en peligro la salud de los productores.

RECOMENDACIONES
Para el control químico más racional y eficiente:
* Utilizar productos selectivos y también más de una vez durante el ciclo del cultivo, durante el crecimiento del insecto, para evitar al máximo la resistencia del mismo.
* Realizar rotaciones de insecticidas de diferentes grupos químicos, mínimo dos o tres, cada 21 días, con la finalidad de aumentar la eficiencia.
* Utilizar siempre la dosis recomendada por el fabricante y la cantidad de agua adecuada para realizar las pulverizaciones.
* Nunca realizar la mezcla de productos para los tratamientos porque el insecto adquirirá resistencia a todos los productos mezclados al mismo tiempo.


Fotos: MATKEI
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