La leucaena (Leucaena leucocephala), y los diferentes cultivares que se han obtenido a partir de la especie madre, como Cunninghan, Tarramba, entre otras; ha servido para diseñar la implementación de los famosos bancos de proteínas, los cultivos asociados con gramíneas, y lo que también es importante mencionar, como abrigos rompevientos para que los animales se cubran ante las inclemencias del tiempo, la producción de un material pirofílico (leña) de excelente calidad por su dureza y duración de encendido, y como fijador del nitrógeno atmosférico con aproximadamente 400 a 500 kg de N/ha/año.

COMO FORRAJE
Su contenido de proteína bruta está por encima del 20%, esto es muy importante, pues al asociarlo con las gramíneas con la mejor época de crecimiento, se puede de esta manera aumentar dicho contenido hasta lograr la ración recomendada; a esto debemos agregar su alta palatabilidad que la hace muy apetecida por el ganado y su exuberante producción de masa verde que la vuelve importante en la producción de forraje en calidad y cantidad. La mimosina (un alcaloide tóxico) siempre ha sido una de las barreras para el consumo intensivo y exclusivo de la leucaena, sin embargo existen hoy día variedades con menor contenido, y quién sabe si en poco tiempo más ya tengamos una variedad sin mimosina. No obstante, si se piensa en la alimentación del ganado con la leucaena, se recomienda que no pase del 40% dentro de la ración diaria del ganado; mas considero que esto es relativo, pues al mezclarlo con las diferentes gramíneas, sean estas el camerún picado, la caña de azúcar picada, los pastos de pisoteo u otros, su efecto negativo va disminuyendo y no se observan problemas de intoxicación.

COMO ABRIGO
ROMPEVIENTO
Al dejarlo crecer en forma indefinida, llega a formar bosques muy tupidos, densos, que pueden servir en forma de barreras rompevientos y lugar de abrigo de los animales ante las inclemencias del tiempo. Dentro de estos bosques de leucaena, la temperatura del ambiente suele ser muy interesante, desde el punto de vista que no absorben el calor, pues el follaje crece en mayor cantidad en la parte de la copa de los mismos; esto cuando instalamos a la leucaena en una densidad prudencial para este objetivo.

COMO LEÑA
La planta es muy buena para la producción de leña, primero porque crece rápidamente; el material es muy práctico para la realización de la raja (se rompe fácilmente), al quemarlo, el proceso de encendido es excelente y va quemándose lentamente, permitiendo el uso más prolongado de la leña.
La obtención de leña a partir de las especies nativas podríamos evitar también con el uso de la leña de la leucaena, que es de fácil instalación; sus semillas botánicas son de alto poder germinativo y como es una especie tropical, en nuestro país su implementación no presenta ningún inconveniente.

FIJADOR DE NITROGENO
Al ser una leguminosa con su sistema radicular pivotante y al tener el suelo donde será instalado, el rhizobium correspondiente, la fijación del nitrógeno atmosférico está asegurado, y en cantidades muy interesantes, mejorando de esta manera el suelo con el aporte de uno de los macronutrientes más importantes dentro del sistema suelo-planta, como es el nitrógeno.
(*) Técnico Proyecto Dermasur y Prof. UNP.