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La nueva edición de la Expo Internacional de Mariano Roque Alonso, que va del 8 al 23 de este mes, ofrece una excelente oportunidad para tomar conocimiento sobre las nuevas tecnologías y productos disponibles en el mercado, que buscan hacer un uso más responsable de estos insumos para preservar el medio.
Pero ocurre que en la agricultura intensiva se aplican agrotóxicos o mejor dicho agrodefensivos en cantidades, que si bien buscan combatir plagas y enfermedades que afectan a los cultivos, también tienen efectos casi siempre perjudiciales en la calidad del agua, suelo, microfauna beneficiosa, además de otras consecuencias ambientales para la vida silvestre, incluyendo a las abejas y otros insectos útiles al hombre. La situación se agrava con el uso de estos insumos químicos sin control, lo que incrementa los potenciales riesgos a la salud humana y animal.
PODER RESIDUAL
El efecto o poder residual es el tiempo que un agrodefensivo permanece activo y con capacidad de eliminar, o impedir el aumento de una plaga o enfermedad; o sea, el periodo en que es capaz de seguir actuando y controlando una plaga una vez que ha sido aplicado. Este factor del efecto o tolerancia residual es clave en la producción de frutas y hortalizas, por cuanto gran número de estas especies se consumen en estado fresco. Es así que este efecto residual se tiene que establecer para frutas y verduras, y determinarse cuántos días deben pasar después de la última aplicación, para poder cosechar el producto y enviarlo al mercado para su comercialización y consumo. De ahí la importancia del cumplimiento de las normativas de buenas prácticas agrícolas (BPA), trazabilidad y etiquetado de productos para asegurar la inocuidad de lo que se compra y consume.
EFECTOS EN EL SUELO Y AMBIENTE
Los impactos de los productos químicos que se aplican con fines productivos, además de afectar el suelo en grado variable, tienen efectos sobre el aire y agua; por lo tanto, también, sobre el bienestar del hombre de campo y su familia. Los casos, inclusive fatales por aplicación de estos químicos, están disponibles en la literatura y se encuentran en internet. Con base en 142 publicaciones científicas, los investigadores han afirmado que “el actual modelo de agricultura industrial o modelo extractivo ha pretendido que la química (los plaguicidas) controle a la biología, simplificando así la toma de decisiones. Sin embargo, dentro de este modelo no se ha tenido en cuenta que el uso excesivo de plaguicidas pone en serio riesgo al recurso suelo”.
(*) Especialista en Comunicación Rural.