Siembra directa en pequeñas propiedades

Ing. Agr. Ken Moriya (*) La erosión del suelo es síntoma de que se han utilizado métodos inadecuados de cultivo en la finca. La siembra directa ofrece actualmente el único planteamiento efectivo de métodos financiables para combatir esa erosión y así conseguir una agricultura sostenible.

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El sistema de siembra directa permite reducir los efectos negativos de la erosión de los suelos, ocasionados por los métodos inadecuados de producción de los cultivos, contribuyendo así a alcanzar una agricultura sostenible.
La preparación convencional de suelo con arado para la siembra es la causa principal de la degradación de suelos en las pequeñas fincas en Paraguay. Con la remoción, el suelo se oxigena, acelerándose la oxidación de la materia orgánica y la liberación masiva de los nutrientes del suelo.
En corto tiempo, el balance es negativo: altas pérdidas de materia orgánica, nutrientes y escasa acumulación y/o reciclado de nutrientes. La situación es agravada por las pérdidas ocasionadas por las aguas de la erosión hídrica, traduciéndose en algunos años en suelos extremadamente degradados e improductivos.

La manera simple de reducir la erosión hídrica es evitando el inicio del proceso erosivo que se da al impactar las gotas de lluvia sobre los suelos desnudos. Las gotas deshacen los agregados y sellan los poros superficiales; esto reduce al mínimo la cantidad de agua infiltrada, y es mucha la que se pierde por erosión.
La cobertura vegetal se convierte en la clave para aumentar la infiltración de agua en el suelo y reducir la erosión hídrica.

SIEMBRA DIRECTA
La siembra directa consiste en sembrar sobre una cobertura vegetal muerta proveniente del cultivo anterior o de abonos verdes, sin la preparación de suelo con arado. El suelo es removido al mínimo, con herramientas o implementos que cortan la cobertura vegetal muerta y abre un surco u hoyo, donde son depositadas las semillas.
Las malezas son controladas con prácticas mecánicas puntuales con azada, a través de una rotación adecuada de abonos verdes o con la aplicación de herbicidas. Todos ellos deben responder a un sistema de rotación y asociaciones de cultivos, como así mismo a un manejo adecuado que requiere cada especie.

Es fundamental que la cobertura muerta del abono verde o del cultivo anterior no sea quemada y no se incorpore al suelo con arado. La cobertura vegetal muerta debe quedar sobre la superficie del suelo.


VENTAJAS QUE PRESENTA
Con el sistema de siembra directa se obtienen logros importantes, tales como la eliminación del esfuerzo que requiere la carpida, el amontonamiento y la quema; la reducción del cansancio por el trabajo que lleva la preparación de suelo con el arado y la rastra; disminución del número de las carpidas; reducción al mínimo de la erosión hídrica, responsable del lavado del suelo; reducción de los efectos perjudiciales de las sequías, debido al aumento de la infiltración y el almacenamiento del agua de lluvia en el suelo, a través de los macro y microporos del suelo; se estrechan los rangos de la temperatura del suelo, evitando su recalentamiento, facilitando una mejor germinación de las semillas y desarrollo de las plantas; el aumento de la población de microorganismos del suelo, favoreciendo así la conversión de los restos de cultivos y de abonos verdes en humus (materia orgánica); además se reciclan los nutrientes, de las partes más profundas hacia las camadas más superficiales.

Estas y otras ventajas conducen con el tiempo a un aumento continuo de los rendimientos y a una mayor rentabilidad de los cultivos y, por ende, a una mayor estabilidad y calidad de vida familiar.


ABONOS VERDES
Los abonos verdes son plantas que se cultivan para obtener una cobertura vegetal, que una vez muertas, mecánica o químicamente sirven de base para la siembra directa. Las diferentes especies tienen una o más características conocidas que, adecuadamente combinadas y/o manejadas, ofrecen ventajas como: fijadores de nitrógeno, recicladores de nutrientes (P, K, Ca, Mg y micronutrientes), inhibidores de germinación de semillas de malezas (alelopatías), repelentes de plagas, entre otros.

ABONOS VERDES DE VERANO
Los abonos verdes de verano más recomendados actualmente en la pequeña propiedad son la mucuna ceniza, la canavalia y el kumanda yvyra'i.

ESPECIES DE INVIERNO
Las especies de invierno son la avena negra, la avena amarilla, el lupino blanco, el nabo forrajero y el acevén.


COMO INICIAR LA SIEMBRA DIRECTA
Una condición básica es la capacitación previa sobre los principios del sistema de producción, dado que no existe un esquema rígido de pasos a seguir. Sin embargo, como ejemplo se presentan algunas de las principales pautas, que pueden citarse en las siguientes: la nivelación del terreno para la eliminación de camellones de los aporques y surcos de erosión; la aplicación de cal agrícola como corrector de la acidez, fuente de calcio del próximo cultivo y/o de la reproducción microbiana aeróbica del suelo responsable de la formación de los ácidos húmicos; la selección y siembra del abono verde según condiciones del suelo (nivel de nutrientes, compactación, estructura, materia orgánica) y cultivo siguiente; la adecuación y/o compra de implementos para la siembra directa según disponibilidad de recursos y necesidad del emprendimiento (rollo cuchillo, sembradora, abonadora manual, subsolador con disco de corte de cobertura muerta, accesorios de pulverizadores para aplicación de herbicidas, como picos deflectores, protectores para aplicación dirigida, sembradora abonadora de una o dos hileras a tracción animal, entre otros);
Otras pautas a seguir como el acamado de los abonos verdes con rollo cuchillo; la aplicación, solo cuando sea necesario, de herbicidas desecantes para la adecuación de la cama de siembra y el surcado, a través del subsolador con disco de corte, en la línea de siembra del cultivo a realizar; la siembra y aplicación de fertilizantes (naturales o químicos) con sembradora abonadora manual en el surco abierto por el subsolador y la siembra de granos u otro material de propagación que se harán después de una lluvia para evitar los daños al proceso de germinación, que pueden ocasionar las bolsas de aire formadas por el paso del subsolador con disco de corte en la línea de siembra.

No debe olvidarse realizar las labores de limpieza en forma manual o con carpidas puntuales con la mínima remoción de suelo, tratando de mantener cubierto el suelo el mayor tiempo posible, para evitar la germinación de las semillas de malezas; además eliminar la práctica del aporque, u otra práctica que deje desnudo el suelo que origina desniveles.
Es importante realizar las labores acostumbradas de sanitación, necesarias para el control y/o manejo de plagas y las demás prácticas de producción del cultivo y seleccionar el siguiente cultivo de abono verde o de renta a ser sembrado posteriormente, siguiendo los principios básicos de la rotación de cultivos.
Por último, esta práctica no es un simple cambio de rubros a cultivar; es un cambio mental y conceptual de la forma de producir sin perjuicio al medioambiente.


(*) Programa Nacional de Mantenimiento, Conservación y Recuperación del Suelo-MAG


PARA RECORDAR
A través de la siembra directa se pueden obtener mayores rendimientos, recuperando gradualmente la fertilidad del suelo. En este sistema se producen maíz, mandioca, poroto, maní, sandía, algodón y muchos otros rubros. Esto ocurrirá siempre y cuando se realice una adecuada rotación de cultivos, y el uso de los abonos verdes sea continuo.
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