Riego en el vivero forestal

El agua es el constituyente principal de la savia y de los tejidos verdes de la planta. Es imprescindible su presencia en el suelo paro disolver los nutrientes de manera que las raíces puedan absorberlos. Las plantas extraen el agua del suelo por medio de sus raíces, y lo esparcen en el aire por medio de la evaporación a nivel del follaje. Los requerimientos de agua varían mucho, según las especies de árboles, el clima y el tipo de suelo.

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Los árboles más adaptados o las zonas áridas son capaces de desarrollarse con poca agua, gracias a varios mecanismos:
Raíces profundas que pueden ir a buscar el agua hasta 10 metros de profundidad.

Hojas pequeñas y coriáceas que reducen le evaporación.

Caída de las hojas en las épocas más secas.

Raíces capaces de acumular agua.

Los árboles que viven en zonas semihúmedas, se adaptan a la época de sequía por la caída de sus hojas; el crecimiento se detiene durante este período.


Disponibilidad de agua

En el vivero se consume agua en abundancia; el agua se necesita para el riego de las plantas, para el consumo humano, para la limpieza de las herramientas y el aseo personal.

Las fuentes de abastecimiento del agua pueden ser un río, una quebrada, un manantial, una laguna o estanque natural, pozos de captación de agua subterránea.


La cantidad de agua que se necesita esta en función

Del clima: Cuando llueve, obviamente se necesita menor cantidad de agua que cuando las lluvias están ausentes.

En épocas o en estaciones en que la insolación y vientos se incrementan, la evaporación es mayor, y como consecuencia se requiere mayor riego que en épocas de nubosidades. En lugares calurosos se necesita más agua que en lugares fríos.


De la disponibilidad de agua: En el vivero se consume agua en abundancia; el agua se necesita para el riego de las plantas, para el consumo humano, para la limpieza de las herramientas y el aseo personal.

Las fuentes de abastecimiento del agua pueden ser un río, una quebrada, un manantial, una laguna o estanque natural, pozos de captación de agua subterránea.


De la textura de la tierra: Si el suelo es muy suelto, exige agua en mayor cantidad porque el líquido se infiltra rápidamente; lo contrario sucede cuando el suelo es muy pesado, muy arcilloso.

Hay que tener mucho cuidado al escoger el suelo, pues, en el afán de economizar agua puede caer en el error de instalar un vivero en lugares sujetos a inundaciones o con capa freática muy alta.

De las especies a producir: Las plantas de hoja ancha en general necesitan mayores cantidades de agua para sobrevivir. Las coníferas exigen menos agua.


De la pendiente del terreno: Cuanto más plano sea el terreno, la pérdida por escorrentía superficial será menor.

Seguros de que la existencia de agua es suficiente para el vivero, el segundo aspecto que se estudiará es la calidad de la misma; en lo posible debe ser de baja alcalinidad, o sea, de reacción inferior a 7; no debe tener altas concentraciones de carbonato de calcio, magnesio, potasio, de sulfatos de calcio; estas características serán determinadas mediante el análisis que practicará el personal de un laboratorio especializado.
Se utilizará agua limpia, sin semillas de malas hierbas y lógicamente, libre de estructuras de hongos que causen enfermedades a las plantas.


Ing. For. Rafael Ortiz D.

FCA-UNA

Fotos: MATKEI
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