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La recolección de las semillas se realiza de forma manual. El productor selecciona aquellas plantas de mejor aspecto y con más vigor. En un periodo determinado, la planta produce sus frutos, los cuales presentan un color rojizo oscuro y están dispuestos en forma de racimo. Cada fruto contiene cuatro semillas. Con el despulpado se extraen las simientes, que deberán lavarse y secarse a la sombra. Una vez secas, el agricultor deberá sembrarlas rápidamente, debido a que pierden su poder germinativo.
SELECCIÓN
Es recomendable elegir aquellas plantas con pocas semillas y mucho follaje. Las ramas y hojas bien abiertas son las mejores, no así aquellas muy rectas o que van para arriba. Indefectiblemente, se descartan las semillas de plantas con problemas de plagas y enfermedades.
SIEMBRA
Habitualmente, la siembra se realiza a finales de febrero e inicios de marzo. Una vez sembradas las semillas deben cubrirse bajo microtúneles a fin de mantener la humedad. Otro factor de relevancia es la ventilación, cuyo objetivo es evitar el ataque de hongos. La germinación ocurre aproximadamente a los dos meses.
REPICAJE
De junio a julio se realiza el repicaje, que consiste en trasladar las plantitas elegidas de los almácigos a tubetes o, en su defecto, macetas. En el caso de llevarlas a macetas, los brotes deben contar con una o dos hojas definitivas; y para los tubetes, pueden tener menos.
FERTILIZACIÓN
De acuerdo a la experiencia, la desinfección del suelo puede hacerse con agua caliente, mientras que en los tubetes se aplica fosfato diamónico en una proporción de 3 kg por m³. Posteriormente, se debe seguir con el fertirriego.
RECOMENDACIONES
El suelo en el que se trasplantará la yerba mate debe estar bien drenado para evitar el encharcamiento. Es importante insistir en la cobertura para mantener la humedad y evitar la erosión. Los brotes tiernos requieren de mucho cuidado, tanto en invierno como en verano. Por eso es importante llevar a cabo el análisis de suelo para proceder a las correcciones pertinentes. Finalmente, las plantas no deberán permanecer por más de un año en las macetas, ya que el tiempo prolongado ocasiona la deformación de las raíces. Esto repercute negativamente en las plantaciones definitivas.
(*) Especialista en cultivo de yerba mate