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En el Paraguay, ambas actividades son más que necesarias por cuanto la deforestación avanza de forma implacable para aprovechar la madera y habilitar nuevas tierras para agricultura y ganadería. Además, el corte de árboles es frecuente en las ciudades y espacios públicos.
REFORESTACIÓN
Una buena práctica para hacer frente a los daños provocados por la deforestación y tala de especies forestales con fines comerciales es la reforestación, que consiste en plantar arbolitos donde ya no quedan, o bien hay pocos, pero brindándoles los cuidados culturales necesarios para que se desarrollen adecuadamente y pueda de nuevo contar con una masa forestal que ayude a mitigar los efectos del cambio climático; sea hábitat para aves y otras especies, y mitigue la degradación de los suelos, entre otros.
ARBORIZACIÓN
Por otra parte, la arborización es también una práctica beneficiosa a nivel de las ciudades y áreas pobladas. Así, se puede hablar de arborización de espacios públicos y privados: sea en las plazas, paseos centrales; orillas de lagos, arroyos, ríos y lagos; áreas recreativas, frentes y fondos de las escuelas y colegios, casas y comercios que cuenten con espacio suficiente para plantar arbolitos y cuidarlos como se debe. Además de sus beneficios paisajísticos y estéticos, la arborización ayuda a reducir la intensidad de los ruidos, la contaminación del aire, protege las fuentes hídricas, actúa como mitigadora de las altas temperaturas.
BOSQUES DE GALERÍA
Se trata de franjas forestales que protegen los cursos de agua y se encuentran a lo largo de ríos, arroyos y otras fuentes hídricas. Aparte de los beneficios ambientales que ofrecen, incluso para la diversidad de especies y animales de cría, son de suma importancia para contrarrestar el efecto negativo de agrodefensivos y otros contaminantes, evitando o reduciendo su presencia en estos recursos hídricos Será de beneficio su preservación en aquellas fincas que cuenten con dichos recursos o bien su instalación para lograr los beneficios señalados.
CONCLUSIÓN
La realidad climática actual obliga al hombre a aplicar prácticas que ayuden a minimizar las variaciones climáticas que se muestran cada vez más extremas. En este sentido, la reforestación y arborización son alternativas para estimular una conciencia ambiental en la población en general y los productores agropecuarios en particular, sin disminuir la rentabilidad de su emprendimientos. Al Gore, político y ecologista norteamericano señaló: “Los árboles son parte de la solución contra el cambio climático, el mayor problema que nunca hemos enfrentado”.
(*) Especialista en Comunicación Rural.