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“Pytã porã, pytã asy, pyta`i y pytã guasu son las variedades que tenemos y, año tras año, estamos produciendo”. Una vez establecidas las variedades, se cultivan bajo invernadero o sombraje, previa selección o eliminación plantas enfermas. Se procede a la cosecha y los frutos son llevados a laboratorio para la selección, de acuerdo a las características de cada material.
SELECCIÓN DE FRUTOS
Las frutas más pequeñas se eliminan porque no poseen muchas semillas. “Se cosechan los frutos del tercer cacho porque a mitad de planta los frutos tienen mayor cantidad de semillas”.
Una vez seleccionados los mejores frutos, se cortan para retirar las futuras simientes con la parte jugosa. Los tomates lisos poseen cuatro a cinco lóculos, en los que están las semillas, mientras que los perita tienen hasta tres.
El rendimiento de semillas es de 2.5 g /kg de fruta (1 kg de tomate: 2.5 g de semilla) en el mejor de los casos. Hay variedades que no tienen muchas semillas, por lo que son descartadas.
FERMENTACIÓN Y LIMPIEZA
Una vez obtenidas las semillas y colocadas en un recipiente plástico se deja fermentar por dos días. Luego, se lava bien y se cuela. No debe dejar a las semillas fermentar por más de dos días, de lo contrario, germinan en su propia agua y no sirven para la siembra.
Cuando las semillas quedaron bien limpias, se las coloca sobre papel diario para el secado bajo sombra durante tres días.
Las simientes secas reciben un tratamiento con un fungicida sistémico que las protege del ataque de hongos o transmisores de virus en la primera etapa de germinación.
Finalmente, se empaquetan en bolsitas de papel para la venta con las características de la variedad y fecha de producción. Cada paquete tiene 10 g de semilla que rinde para 2000 plantitas.
GERMINACIÓN
Las semillas de tomate mantienen un 90 % de germinación si se guardan en el refrigerador. Si se almacena en lugar fresco y oscuro, su poder germinativo se mantiene por tres años.
Con respecto a la generación de frutos para obtención de semilla, los materiales F1 poseen alta productividad en el campo. Los siguientes, desde la segunda generación, bajan su rendimiento.
(*) Especialista en horticultura – Instituto Hernando Bertoni.