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La observación es válida para bosques manejados, es decir todas las clases diamétricas o árboles de todas las edades están representadas y la regeneración se asegura a través de árboles semilleros superiores, distribuidos en toda el área. Si los bosques carecen de árboles maduros, es entendible que en el corto plazo no podrán ser cosechados o extraídos madera alguna, a excepción de árboles caídos o talvez producto de podas.
ASPECTO SOCIO ECONOMICO
ESPECIES POTENCIALES
La flora paraguaya es rica en especies forestales para la producción de madera. En la actualidad se habla de unas 20 especies, siendo la de mayor representatividad la región oriental. Algunos ejemplos son: Tajy, Yvyraromí, Cedro, Yvyra ñeti, Yvyrá pytá, Kurupa'y Kuru, Kurupa'y ra, Timbó, Cedro rá, Laurel guaica, Kaí kygua, Trebol, Urundemi, Peterevy, y otras tantas.
FORMAS DE PRODUCCION
BENEFICIOS GENERADOS
El producto de mayor valor es la madera para diversos fines, destacándose el amplio rango de características tecnológicas, como densidades entre 350kg/m3 para el caso del Timbó y de 1000kg/m3 para el Urudey¦mi y el Tajy, el cual lo habilita para diversos usos. Además se suman a esta características, las dimensiones en su edad madura, el relativo rápido crecimiento de algunas especies y la amplia distribución de las mismas en la geografía nacional. Estos atributos hacen de las especies nativas como aliados para el desarrollo de las familias campesinas, de las comunidades rurales y por ende del país.
CONCLUSION
Otros factores que conspiraron contra los bosques, es la débil estructura del Servicio Forestal Nacional, como institución encargada de velar por la correcta administración y defensa del patrimonio bosque, sumados a la falta de un ordenamiento territorial y la protección de los bosques en propiedades privadas, por parte del gobierno, que en estos últimos años los mismos propietarios deforestaron para desalentar invasiones por parte de grupos campesinos. De hecho que no todo está perdido, y según la última evaluación encomendado por la Mesa Forestal Nacional y la FAO, restan aún unas 800.000 has. de bosques continuos, de los cuales con una visión optimista, el 50% (400.000 has), se podrán considerar con potencial para convertir en bosques productivos en forma sostenible. El termino sostenible implica, extraer solo el crecimiento de maderas maduras, que varía según las especies, en un período determinado manteniendo el capital bosque.
La mayor parte de las áreas boscosas están degradadas y someterlas a un plan de manejo podrá implicar la necesidad de un tiempo de espera o no aprovechamiento, tal vez por un período de 5, 10 o más años, de manera a que los bosques se recuperen, a través de técnicas específicas de manejo. Implementar la pausa implicaría una medida impopular, para lo cual se requerirá apoyo del gobierno y sincerarse los que procesan e industrializan la madera (Aserraderos, Laminadoras, Carpinterías, y otras).
Las medidas sugeridas son drásticas por el efecto socioeconómico que implica, pero por otro lado puede representar la salvación y recuperación de los bosques que aún quedan, y ojalá el inicio del ordenamiento de los bosques nativos y el desarrollo forestal de nuestro país.