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La avicultura moderna enfrenta nuevos desafíos para pequeños y grandes productores, debido a que los requerimientos nutricionales de la población mundial van en aumento no solamente en cantidad sino también en calidad. Por eso se deben obtener alimentos inocuos y saludables, sin poner en riesgo a los consumidores, al ambiente y al bienestar animal. Para lograr estos objetivos, se cuenta con las buenas prácticas agrícolas (BPA), que es una herramienta al servicio de los productores para conseguir la sustentabilidad económica, ambiental y social de las diferentes áreas de a producción agropecuaria. De esta manera, se benefician el productor, el consumidor, los animales y el ambiente. Todos estos factores juntos hacen más eficiente la producción animal actual, que tiene mayor control de las autoridades sanitarias del país y de los organismos internacionales.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas parala Agriculturayla Alimentación) ha elaborado una definición más descriptiva de las BPA y explícita, al señalar lo siguiente: “Consisten en la aplicación del conocimiento disponible a la utilización sostenible de los recursos naturales básicos para la producción, en forma benévola, de productos agrícolas alimentarios y no alimentarios inocuos y saludables, a la vez que se procuran la viabilidad económica y la estabilidad social”.
Además de estas consideraciones, debemos agregar los nuevos problemas sanitarios a tener en cuenta, sobre todo entre los pequeños productores que tienen la costumbre de criar juntos todos los animales; sin considerar la aparición de nuevos problemas sanitarios que se desarrollan por la convivencia de diferentes especies animales. Un caso es el de la “gripe aviar”, cuyas causas se atribuyen en primera instancia a las aves migratorias. Sobre todo en estos momentos en que es un grave problema para China y el mundo entero, si no se toman las medidas sanitarias correspondientes. Las autoridades chinas confirmaron la muerte de otra persona contagiada por el virus H7N9 de la gripe aviar, en la provincia oriental de Jiangsu, lo que elevó el número de fallecidos a 14, de un total de 63 infectados. Segúnla OMS, hasta ahora no hay evidencia de contagio entre seres humanos y no se ha podido encontrar el origen del virus que en las aves provoca enfermedad moderada, pero en los humanos es más virulento y letal.
El operador debe evitar usar el mismo calzado cuando entra en una u otra unidad productiva. Es bueno para ello contar con plataformas sencillas donde hay una forma de alfombra con cal u otro desinfectante.
Con el uso de las BPA en la avicultura y la producción animal en general, lo que se pretende es acrecentar la confianza de los consumidores ya sean locales o del exterior, de que los productos son de calidad, inocuos y que se han respetado las normas de conservación del ambiente y del bienestar animal. Por eso, hay que tener en cuenta que, cuando se compra o producen los ingredientes de la alimentación de los animales, debe haber una certificación de que los mismos han sido obtenidos bajo las normas de control fitosanitario adecuadas a las BPA.
El agua que se utiliza para abrevar a los animales y limpiar las instalaciones debe tener una calidad garantizada por un análisis, de tal forma que, en el momento de la verificación o certificación, el productor pueda demostrar la buena calidad de su producto. Los trabajadores de la granja deben contar con los certificados de salud y seguridad que el caso requiere y de acuerdo a la tarea que ellos desempeñan.
Si se trabaja con animales en cautiverio, se deben tener en cuenta las densidades correspondientes y la ventilación adecuada. El motivo de utilizar las BPA en la avicultura moderna es ofrecer un mecanismo que permita llevar a cabo medidas concretas por parte de las autoridades y productores, en pro de una producción que promueva el desarrollo integral agropecuario, en beneficio del productor, los consumidores, el bienestar animal y el ambiente.
La educación es la base del desarrollo de las comunidades. (p.m.g.)
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