Haciendo una comparación, a un auto Fórmula 1 hay que cargarle la mejor nafta, lo demás lo hace el piloto; también si nosotros logramos conjugar alimentación y alta genética, digamos que el trabajo se nos hace más fácil, lo que no significa que sea más factible y, como en todas las cosas, influyen mucho el cuándo, cómo y dónde. Mi punto de vista con relación al cuándo es que debe ser siempre, es decir, no hace falta que sea para exposición el cuidado; uno debe tener el principio de que su animal siempre debe estar preparado, ya sea para la venta, para la reproducción o para exhibición, shows o entrenamiento. De no ser así, pareciera que nos condicionamos a hacer las cosas a último momento y con las improvisaciones pueden salir mal. Si las hacemos sobre la hora los perjudicados somos nosotros. Hoy por hoy, el público consumidor entiende, está informado y debemos ser respetuosos de ello, ya no va eso de gato por liebre. Si queremos ganar un espacio, tenemos que cumplir con las normas.


CUALIDADES
Un animal para exposición debe, en primer lugar, ser manso, con doma, para soportar el estrés que todo show lleva consigo desde el hábitat nuevo, pasando por el hacinamiento, la música, la gente, el movimiento, ruidos y, finalmente, los animales nuevos. Realmente, sólo un caballo condicionado, socializado puede soportar tanta presión; hasta qué punto le exigimos al siquismo de estos seres. Para no lamentarnos de que somos los causales de crearles conductas estereotipadas trabajemos bien en casa. Los animales deben vivir en lugares ventilados, nunca en un claustro o una cripta.
Bien temprano, a las 5 de la mañana, se le debe otorgar el balanceado, que debe ser el adecuado, adaptado científicamente a los requerimientos de la fisiología digestiva, sin altas cargas de almidón, con levaduras vivas (sacaromicis cerviceae), con minerales quelados, azúcares mananos modernos con probióticos y prebióticos. Si funciona bien el aparato digestivo nos devuelve buen siquismo, masa muscular, excelente pelaje. Además, es importante abundante pasto en pasteras de redes para que se entretengan, dar heno de pangola continuamente mientras estén en el box o caballerizas.
EJERCICIOS
Una vez que desayuna una comida rápida, el 25% de su ingesta diaria, se lo lleva a hacer ejercicios a un picadero redondo, se acomoda la manta, se colocan protectores en las patas (splint boots o skid boots), cuellera de neoprene, gargantilla y capas de trabajo. El trabajo que va a realizar empezará con 5 minutos por día por semana, hasta llegar a su condición de acuerdo a la edad y al peso. Dando un dato general, serían 30 minutos promedio a los 2 meses trabajando en las dos direcciones, tanto a la izquierda como a la derecha. Si el equino fuese adulto es conveniente que se lo trabaje montado.
Después de este trabajo debe descansar una hora, previa limpieza de las patas con agua y retiro de los protectores. Después de una hora se le retiran las pescueceras, mantas y se comienza a rasquetear o cepillar de acuerdo a cómo sea el caso. Este trabajo debe ser a conciencia, sin ser exagerado pero tampoco sin ganas; lleva un tiempo de 30 a 60 minutos de acuerdo con el estado del pelaje.
Al mediodía se le da el otro 25% de la ración y se lo deja en el box hasta las 15:00 horas; a la tarde puede hacer un relax en un piquete destinado a pastoreo, durante 2 horas, siempre con manta. A las 18:00 horas se le coloca la cena (el 50% faltante de ración) abundante pasto, arreglo de cama, box siempre higiénico, la bosta no debería estar más de una hora en el box.

De más está decir que tiene que realizarse un programa de desparasitación y vacunas, así como los herrajes adecuados. Hay una premisa: si quieres saber cómo es tu personal, mira a tu caballo, que no se debe dejar nada al azar.