Preparación de abono casero

El abono puede ser elaborado con los materiales disponibles en la finca, tales como restos vegetales, estiércol de bovino y de aves, ceniza, agua, tierra, cal, entre otras cosas. Si se utilizan todos estos componentes, el producto obtenido se denomina abono compuesto. El preparado debe disponerse en camadas para que la descomposición sea homogénea.

Cargando...

El productor agrícola debe ingeniarse para aprovechar los recursos disponibles en su chacra, ya que le pueden servir incluso los desperdicios. Así tenemos que los restos de las carpidas, los residuos de cosechas, los resultantes de las podas y las hojas caídas de los árboles, entre otras cosas son excelente materia prima para preparar abonos. Estos componentes deben ser complementados por ceniza, restos de origen animal y minerales, como cal y tierra del lugar, entre otras componentes.

Los materiales utilizados para preparar el abono deben sufrir un proceso de descomposición hasta llegar a ser un material totalmente inerte, muy rico en nutrientes para mejorar los suelos agrícolas y servir de alimento a las plantas.

El abono compuesto mejora la estructura y la textura del suelo, aumenta su capacidad de retención de agua, hace que los nutrientes estén más asimilables para los vegetales y aumentan la actividad de la población microbiológica del suelo.

Para lograr el abono compuesto, pueden emplearse otros tipos de residuos orgánicos, tales como restos de comidas o pedazos de frutas y residuos de origen animal, como piel, cueros, pelos, hueso molido, entre otros.


Proceso de preparación

a)- Elegir un lugar que tenga sol en invierno y sombra en verano.

b)- Marcar la superficie que será destinada como base, remover con pala sin voltear, descompactar, drenar.

c)- Clavar en el centro un palo que formará el agujero de respiración cuando sea extraído.

d)- Colocar la primera capa de restos vegetales, cubriendo toda la superficie marcada.

e)- Regar la cama de vegetales con regadera o con un aspersor.

f)- Poner una capa de estiércol.

g)- Esparcir sobre la capa de estiércol tierra de monte o ceniza, formando una capa fina de 1 a 2 centímetros. La proporción de restos vegetales y estiércol debe ser de 1 a 3, una parte de estiércol para tres partes de restos vegetales.

h)- Repetir tantas camadas como sean necesarias, colocando capas de restos vegetales, aplicación de riego, luego se pone estiércol, tierra o ceniza, hasta lograr una altura razonable según la dimensión que se esté trabajando. Si la base es circular, el preparado va adquiriendo una forma semiesférica o de tatakua. Se recomienda que la altura sea entre 1,5 a 1,8 metros.

i)- Para concluir la preparación del abono, se cubre con una capa fina de tierra y paja para protegerlo del sol y del agua, luego se retira el palo que se clavó en el centro.


Cuidados y mantenimiento

Mantener siempre la humedad, de modo que cuando se apriete la mezcla con la mano, caigan unas gotas. Sin embargo, cuando llueve mucho durante varios días, es mejor cubrir el compost con algún material impermeable, hasta que pare la lluvia.

Se debe cuidar que los materiales no queden muy prensados, sino más bien flojos.

Remover el compost tres semanas después de haber iniciado la preparación. Repetirlo una vez por semana, durante 15 días y luego 2 veces al mes. Esto permitirá una mayor aireación y mezcla de los diferentes residuos.

En la época de calor se recomienda cubrir con follajes para evitar el exceso de evaporación, especialmente si la abonera está a pleno sol.

Una vez terminada la preparación del abono, no se deben agregar nuevos materiales.

Los residuos vegetales y animales sobrantes deben ser empleados para preparar otra abonera, en otro lugar.

El calor, la humedad y la aireación que se dan dentro de la abonera son muy favorables para que los microorganismos presentes en el estiércol degraden aceleradamente todos los residuos orgánicos hasta convertirlos en un material homogéneo e inerte. Los factores importantes son el riego y la aireación. Cuando el preparado despide un olor agradable a tierra húmeda y los materiales forman una masa oscura homogénea ya está en condiciones de ser utilizado como abono.

El tiempo que tarda el abono compuesto en estar listo para su uso en agricultura depende de los materiales usados, de la forma de preparación y de la época del año, pero generalmente es de tres a cuatro meses. El abono orgánico así obtenido puede utilizarse en tablones o almácigos de la huerta, pero siempre se debe tener el cuidado de usar el abono solamente cuando ya esté totalmente maduro, es decir, cuando el proceso de fermentación haya terminado, de lo contrario podrían quemar las semillas o plantines.

Si la abonera no disminuye de tamaño en la primera semana significa que le falta aireación, por lo tanto, se debe remover con un palo. En cambio, si la preparación despide un olor a amoniaco significa que hay un exceso de material verde; entonces es necesario remover los residuos de vegetales secos.

Para acelerar la descomposición de los materiales, se recomienda agregar restos de leguminosas y ceniza.


Utilidad

Los abonos orgánicos incorporados al suelo modifican la estructura y la textura del mismo, aumentan la capacidad de retención y conservación del agua del suelo, dejan en forma asimilable los nutrientes para las plantas, evitan la pérdida de nutrientes con los riegos y lluvias excesivas, y aumentan la actividad de la microflora del suelo.

En suelos ácidos y muy pobres en nutrientes, se aconseja agregar 30 toneladas por hectárea.


Fotos: MATKEI
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...