Práctico y sencillo diagnóstico de galpón

El diagnóstico de un galpón de gallinas ponedoras o parrilleras permite verificar el estado general de salud, y las condiciones sanitarias en las que se encuentra el plantel. Con el sistema Gibert, cuyas herramientas son sólo los sentidos (tacto, vista, olfato, gusto y oído), se puede verificar el comportamiento de los animales. Este comportamiento determinará si existe o no salud en el galpón.

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Prevenir la propagación de cualquier posible enfermedad es uno de los motivos principales que lleva a un productora estar pendiente de su plantel de aves ponedoras o parrilleras. Pero, ¿cómo se puede hacer para diagnosticar el estado de un galpón, sin que esto represente un gasto diario, semanal o mensual? preguntamos al doctor José Fernández. “Muy sencillo, recurriendo al Sistema de Diagnóstico de galpón, del Dr. P. M. Gibert, que sólo requiere de concentración, dominio de los sentidos y conocimiento de procedimientos técnicos básicos”. Nuestro entrevistado explicó cómo funciona el Sistema de Diagnóstico.


CON LOS SENTIDOS

- Uno de los pasos del sistema consiste en efectuar un silbido corto seguido de una palmada breve y ver la reacción del plantel, que si está en buenas condiciones, responderá alzando la cabeza por unos segundos.

“Se recurre a un silbido o algún ruido extraño, y se verifica el cambio en el comportamiento de las pollitas. Cuando la mayoría de ellas reaccionan frente al silbido y el golpe, es porque están en buen estado de salud, lo que no ocurre con aquellas pollitas que están enfermas o tienen algún trastorno. Este paso es importante para prevenir o iniciar un tratamiento lo antes posible, si fuese necesario”.

- Otro paso consiste en verificar el estado de la cama. Para esto, el granjero se dirige a un sector, que puede ser el centro o un costado del galpón y palpa el suelo, removiéndolo a profundidad.

Si el suelo se siente y se ve seco, significa que hay salud. Si estuviera húmedo indicaría la presencia de enfermedades, como diarrea o coxidiosis.
- La sanidad de las gallinas también se puede determinar observando la pigmentación de los ojos y las patas.

- Luego se toma un ave, de la manera correcta para no lastimarla, y se verifica, por medio de la cloaca o abertura del ano, si esa gallina es buena ponedora o no. Se debe corroborar si esa parte del cuerpo del animal está húmeda o seca y si es grande o pequeña.

- Recorriendo el galpón, el avicultor también puede oler el ambiente. Si el galpón tiene un olor seco y no irritante, significa que hay un buen estado sanitario.

- Otros de los sentidos que entran a jugar un rol importante en este diagnóstico, son el olfato y el gusto. Mediante estos se puede saber si el alimento de las gallinas tiene aroma y sabor agradables, con lo cual se descartará cualquier posibilidad de alteraciones, como sabor rancio u olor desagradable de las comidas.


CONSEJOS PRÁCTICOS

* “Si no se tiene un termómetro para medir la temperatura dentro del microclima de los pollitos, se puede llegar a determinar observando el comportamiento que tienen las aves con respecto al calor. Cuando las aves están muy alejadas de la fuente de calor, significa que la madre artificial o fuente de calor es muy intensa. Lo contrario ocurre cuando están muy cerca de la fuente de calor y amontonados.

Esto ocurre cuando la fuente de calor no es suficiente, en este caso, se debería aumentar la temperatura. Cuando las pollitas se aglutinan sólo en un costado del galpón, podría ser porque alguna corriente de aire está penetrando del lado contrario.
Cuando el ambiente es ideal, las pollitas están situadas en forma uniforme en todo el círculo protector, y caminan de un lugar a otro sin ningún tipo de inconvenientes. Esto significa que la temperatura ambiente es la ideal para las aves”.


* “Siendo pollitos muy pequeños, es importante tener en cuenta la vivacidad en la forma que van caminando de un lugar a otro, comiendo y bebiendo. Esto es importante tener en cuenta para definir el estado de salud o cuándo tratar al plantel en general”.


* “Para que en los primeros días de edad los pollitos puedan encontrar con más facilidad su alimento, se recurre a una cama de bolsa, situada en el suelo, sobre el cual se distribuye el balanceado.
Estos “comederos” improvisados, que también pueden ser de papel, se colocan en diferentes lugares dentro del galpón, y es importante que sean cambiados diariamente, para que no se humedezcan ni originen trastornos en la salud de las aves”.

* Los “comederos” de bolsas permanecen alrededor de 7 a 8 días, y luego son cambiados por los platos, a los que los pollitos se irán acostumbrando y a los que se irá adaptando otros accesorios, a medida que vayan creciendo las aves.


* El microclima es el ambiente artificial que se crea dentro del galpón, con el fin de dar a las aves una temperatura ideal, sin que influya la temperatura exterior. Para esto se recurre a cortinas, que pueden ser de algún lienzo o incluso de malla de media sombra, que se utiliza normalmente en la agricultura. Gracias a este microclima artificial, se evita que las aves se enfermen y se reduce el costo de energía, ya que las campanas que trabajan a gas no necesitan hacerlo al máximo de su capacidad, sino sólo en la mínima, puesto que el microclima actuará para evitar la pérdida de calor.


* “Se aconseja no utilizar aserrín como cama para el galpón, ya que el polvo de este material produce dificultades en la respiración y los ojos de las aves. Lo recomendable es viruta de madera blanca”.
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