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Al hablar específicamente de plantas en los jardines, frecuentemente se tienen especies que son irritantes o tóxicas; algunas que por simple contacto pueden ocasionar reacciones en la piel y otras que tras ser ingeridas pueden ocasionar severos cuadros gastrointestinales, con vómitos, diarreas e incluso llevar al animal a la muerte. Los componentes tóxicos vegetales pueden encontrarse en hojas, tallos, flores o frutos, y pueden estar presentes en esas partes durante todo el año o ser tóxicas durante solo algunas épocas del año.
SUPERVISIÓN
Los cachorros, durante esta etapa de su vida, tienen la inclinación de llevarse a la boca todo lo que está a su alcance, por lo que son los principales afectados. La educación es primordial; los dueños de mascotas deben intentar enseñarles a respetar las plantas. No es tarea sencilla educar a un perro, pero sea cual sea el método escogido, no debemos dejarlo solo en el jardín sin supervisión.
Los gatos, por lo general, son más selectivos, aunque no están exentos de riesgo, especialmente cuando muerden plantas como forma de juego, por alguna deficiencia en su alimentación o como parte de un mecanismo de purga por la ingestión de pelos en el aseo. En el caso de purga, es aconsejable sembrar mijo en macetas o proporcionar pasto verde al menos una vez a la semana, lo cual es agradable para los felinos; además de aceite de oliva o levadura de cerveza para ayudarles con esto.
CONDUCTA PARA INGESTIÓN DE PLANTAS
Entre los factores que puede ocasionar la ingestión de plantas en perros y gatos puede mencionarse el calor y la falta de agua. La falta de protección ante las altas temperaturas puede inducir al animal a buscar un sitio fresco entre las plantas y también morder tallos tiernos.
Por otra parte, cuando un perro —especialmente cachorro— pasa largas horas solo y aburrido, para distraerse, puede que muerda todo lo que encuentre a su alrededor, incluido plantas. Esto suele ocurrir cuando el amo deja de dedicarle tiempo. Otro factor es el cambio de hogar, ya que al estar en un sitio nuevo, se desvía la atención del animal hacia nuevos objetos. Asimismo, cuando los espacios son reducidos y se les niega la oportunidad de salir a gastar energía, se los conduce a un estado en el que aumenta la agresividad, nerviosismo y ansiedad, que se traduce en romper y masticar lo que encuentre a su alcance.
ACCIONES ANTE UNA INTOXICACIÓN
Ante un posible síntoma de intoxicación, la respuesta obviamente es llevar a la mascota al veterinario, pero el envenenamiento no siempre es evidente, por lo que es importante observar al animal atentamente para detectar cualquier síntoma que llame la atención, a fin de explicarle al profesional correctamente el desarrollo del cuadro. En este caso, se pueden presentar síntomas digestivos, respiratorios, nerviosos o hematológicos que ya solo serán apreciados en la consulta.
Es importante recordar las plantas que tenemos en casa y si sabemos o vemos los restos de lo ingerido, ya que en caso de accidente es fundamental determinar la causa de la intoxicación para poder administrar el antídoto adecuado.
ESPECIES TÓXICAS
Entre las especies de plantas tóxicas se encuentran: difenbaquia (Dieffenbachia), filodendro (Philodendron), flor de Pascua/poinsetia (Euphorbia pulcherrima), hiedra o yedra (Hedera hélix), hortensia (Hydrangea macrophylla), ipomea/correhuela/campanilla (Ipomoea. Convolulus arvensis), lirio o lirio hediondo (Iris. Iris foetidissima), potos/escindapso (Epipremnum aureum/Rhaphidophora), ricino/catapucia/higuera del diablo (Ricinus communis), rododendro/ azalea (Rhododendron ferrugineum), adelfa/laurel rosa/loendro (Nerium oleander), amarilis/estrella de caballero (Amaryllis belladona), caladio/alas de ángel (Caladium hortulanum), clivia miniata o lirio (Clivia miniata), costilla de Adán/esqueletos (Monstera deliciosa), crotón (Codiaeum variegatum).
(*) Especialista en pequeños animales